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El sector de San Gil agita con tres dimisiones el congreso del PP vasco

La ponencia denuncia la "comunión de objetivos" del nacionalismo con ETA

El PP del País Vasco llegará al 12º congreso regional, que se abre mañana en el Palacio Euskalduna de Bilbao, sin curar las heridas que abrió María San Gil, aún presidenta regional, con su renuncia a la reelección y su enfrentamiento con el líder del partido, Mariano Rajoy.

A dos días de la cita del cónclave, en el que será renovada la dirección del PP vasco, el sector crítico que encabeza San Gil -apartada de la vida pública desde hace semanas- ha conseguido dar una imagen de profunda división interna al airear ayer las renuncias de la edil donostiarra Carmen Rubio y de dos miembros del comité ejecutivo de Guipúzcoa, Pedro Altuna y Maribel Melgosa.

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Los tres han decidido dimitir en solidaridad con San Gil y por discrepancias con el rumbo que está tomando el partido. Un cambio que no se explicita en la ponencia política, presentada ayer en la capital vizcaína por los dirigentes María José Usandizaga (Guipúzcoa); Alfonso Alonso (Álava), y Esther Martínez, parlamentaria y portavoz en el Ayuntamiento de Barakaldo (Vizcaya). La ponencia ha recibido un total de 85 enmiendas, aunque las de calado, como las siete presentadas por el parlamentario vasco Santiago Abascal en la línea de lo defendido por San Gil, no pasarán previsiblemente la primera criba.

Alfonso Alonso fue muy explícito con los críticos. "Esto no lo para nadie", dijo al tiempo que subrayaba que mirar todo el rato para atrás lo único que provoca es "tortícolis política", en referencia a los que reiteran que el PP está poco más o menos que traicionando los principios.

Rubio explica en una carta que deja la concejalía de San Sebastián porque no está dispuesta a formar parte de un equipo, encabezado por María José Usandizaga, presidenta del PP guipuzcoano, que "va de simpático", pero "ha triturado" a San Gil. Altuna, en otra misiva, justifica su abandono tras comprobar que Rajoy no incluía en su equipo a San Gil. Y Melgosa, también por carta, argumenta su decisión de acompañar a San Gil en su retirada por el "cambio de estrategia" del partido.

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En la ponencia se suavizan las críticas al PNV, pero se descalifica al nacionalismo por su "comunión de objetivos con el conglomerado ETA-Batasuna". Aunque no acusa al "nacionalismo gobernante" de "obstruir" la lucha antiterrorista, como quedó recogido en la ponencia política aprobada en el 37º congreso nacional del PP. El documento censura al PSE, a cuyo proyecto atribuye "poca fiabilidad, hasta el punto de llegar a una disparatada negociación política con ETA-Batasuna". Y el PP cree "demostrado que la negociación política es un grave error que algunos han explorado siempre con el mismo resultado: el fortalecimiento de los terroristas".

Alonso atribuyó a los críticos un intento de reventar el cónclave y de "destruir, perjudicar y hacer daño" al PP vasco. Usandizaga, que fue una estrecha colaboradora de San Gil, afirmó que son "unos pocos" los que como Rubio, Altuna y Melgosa "se empeñan en este momento en destruir" el proyecto del PP.

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