El tramo de la N-340 entre Murcia y Alicante registra el mayor número de accidentes de España

El tramo de la N-340 -más conocida com carretera del Mediterráneo- situado entre los kilómetros 678,9 y 698,5 (entre las provincias de Murcia y Alicante) es, por tercer año consecutivo, el de mayor índice de peligrosidad, según el estudio EuroRap, programa europeo que evalúa el riesgo en la carretera que ha presentado esta mañana el Real Automóvil Club de España (RACE). El informe alerta también de que el 13% de las carreteras españolas tienen un nivel de riesgo de accidentalidad alto o medio-alto.

El dato positivo del examen realizado a las carreteras españolas es quela seguridad en las vías ha mejorado respecto del año pasado, puesto que se han reducido los tramos con alto riesgo de 17 a 10.

Tras analizar hasta 20.600 kilómetros y más de 15.000 accidentes con víctimas mortales o graves, el informe indica que las comunidades autónomas más peligrosas son Aragón -con un 22% de sus tramos con riesgo elevado- y Asturias -con un 28%-, mientras que Madrid se presenta como la más segura, con un 92 % de tramos con riesgo bajo.

Según el análisis de EuroRAP, consorcio del que forma parte la Comisión Europea, la mayoría de los accidente se producen en carreteras convencionales con calzada única, con intersecciones al mismo nivel y por las que pasa un índice de entre 5.000 y 10.000 vehículos al día. Se ha comprobado que, en estos tramos, los accidente con víctimas más habituales se originan por salida de la vía y choques en intersecciones.

Motocicletas

El informe también destaca un aumento en la accidentalidad de los motociclistas: la proporción de siniestralidad ha aumentado de un 8% en 2003 a un 10% en la actualidad, mientras que los accidentes de vehículos pesados representa un 16% respecto del total. Los accidentes de moto se concentran en 25 tramos de las carreteras españolas en los que se producen más del 20 % y, según Tomas Santacecilia, director de Seguridad Vial del RACE, éstos se podrían reducir si se invirtiese en una mejora de las infraestructuras, como nuevos quitamiedos y barreras que resulten menos agresivas.

De hecho, otra de las conclusiones del estudio es que un porcentaje importante de los accidentes que se producen en las carreteras españolas no son culpa del conductor, sino de la infraestructura de la vía.