Un tribunal con alfombra roja

Los procesados en el caso Malaya, la trama de corrupción integral en Marbella, han ido llegando durante toda la mañana con cuentagotas a la Ciudad de la Justicia de Málaga, donde hoy ha arrancado el macrojuicio, cinco años después de iniciarse la operación policial que desbarató el consistorio. Los 95 acusados, que serán procesados por delitos de blanqueo, prevaricación, malversación de fondos públicos, fraude y cohecho, han llegado a la sede judicial, en medio de una gran expectación y en un ambiente mediático que es una mezcla de alfombra roja de festival de cine y sorteo de lotería de Navidad.

Los procesados más desconocidos han ido entrando sin pena ni gloria, como si fueran las pedreas del sorteo. A las 9.08, una nube de fotógrafos y cámaras de televisión se ha desplazado como lava de un volcán acera abajo y ha engullido a un hombre trajeado. Era el constructor cordobés Rafael Gómez, apodado Sandokán por su melena cana y sus ojos azules profundos.

En realidad, Sandokán, que entró por el pasillo de fotógrafos saludando y se paró a hablar con un reportero de Sálvame, es un quinto premio. Apenas un rato después, a las 9.20, cayó un segundo premio: La ex teniente de alcalde Isabel García Marcos, en cuya casa la policía halló 378.000 euros en billetes de 500, supuestamente entregados por el ex asesor urbanístico marbellí Juan Antonio Roca. García Marcos, expulsada del PSOE tras apoyar en agosto de 2003 la moción de censura que derrocó al entonces alcalde Julián Muñoz, provocó que la melé de fotógrafos creciera y se desplazara a mayor velocidad.

El mismo efecto provocó la llegada del ex regidor marbellí, minutos después. Sin embargo, el de esta mañana ha sido un sorteo sin premio gordo para los fotógrafos. El otrora todopoderoso Roca, el único de los 95 procesados que está en prisión -condenado en firme por el llamado caso Saqueo- entró a la Ciudad de la Justicia a primera hora por el aparcamiento trasero y oculto a las cámaras en un coche de la Guardia Civil.

La vista, que estaba previsto que empezase a las diez de la mañana, arrancó con cerca de media hora de retraso. La sesión de hoy, en la que se tratarán cuestiones previas -durante al menos 12 jornadas los abogados trataran de que se anulen partes del sumario, como las escuchas o los registros policiales- tiene dos incógnitas: la principal es saber si un juicio con 95 procesados, con sus abogados, podrá siquiera empezar. El magistrado que preside el tribunal, José Godino, ha mostrado una voluntad férrea en guante de seda para que así sea. La segunda incógnita será saber si los abogados personados en la causa interponen muchas maniobras dilatorias.