La tripulación del 'Castilla' vuelve satisfecha de Haití

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha agradecido hoy el "magnífico trabajo" desarrollado por los 450 militares del buque de asalto anfibio Castilla, que "ha llevado vida donde apenas la había", tras el terremoto que asoló Haití el pasado mes de enero.

"Habéis llevado vida donde apenas la había", ha dicho la ministra en la Base Naval de Rota (Cádiz) en sus palabras de bienvenida a la Castilla, que ha estado cuatro meses en el país caribeño, y ha añadido que, con su trabajo, los militares han colocado "el grano de arena del que debe ser un Haití mejor", durante una misión con la que han dejado "en el corazón de todos los haitianos una enorme bandera española de afecto y de cariño".

Carme Chacó ha apuntado que "en el corazón de todos" está y estará "siempre" el recuerdo de los cuatro militares del barco que murieron el 16 de abril en un accidente de helicóptero : el comandante Luis Fernando Torija Sagospe, el teniente Francisco Forne Calderón, el alférez Manuel Dormido Garrosa y el cabo mayor Eusebio Villatoro Costa.

También ha agradecido a los familiares de los militares "haber soportado la ausencia" de éstos durante este tiempo. Una ausencia que hoy han visto compensada con un emocionado de recibimiento.

Cientos de familiares han acudido al muelle de la Base Naval de Rota para esperar la llegada del "Castilla" sobre las 10.00 de la mañana, y poder abrazar a los militares, con los que, según contaban, han podido hablar casi a diario por teléfono.

Han tenido que esperar algo más de una hora antes de que la tripulación, tras el recibimiento de la ministra, pudiera abandonar casi con carreras el barco y llegar hasta sus familiares. "Gracias Dios mío por devolvérmelo vivo", decía entre lágrimas una madre mientras abrazada a su hijo.

El coronel Santiago Huescas, jefe del servicio médico del buque, ha destacado que la misión ha sido para la tripulación un trabajo duro y bonito a la vez y que, entre otros servicios, han podido ayudar en el barco al nacimiento de cuatro niños. Hace díez días, este coronel pasó a la reserva, tras 34 años de servicio a los que ha dado final esta misión de ayuda humanitaria.

Para el sargento Alejandro Soler el trabajo ha sido "muy gratificante" porque cuando llegaron a Haití "todo era escombros" y han dejado "una ciudad bastante limpia". "Ves que estás allí para ayudar de verdad", comentaba este sargento abrazado a su hija, mientras recordaba, como todos, que lo más duro fue la muerte de sus cuatro compañeros.

"Fue un golpe, tocó bastante anímicamente, nadie se lo esperaba", aseguraba este militar, al que sus familias y amigos tienen preparados en sus casas fiestas de recibimiento.

La tripulación del buque de asalto anfibio "Castilla" partió desde esta misma base el pasado 22 de enero y durante su misión ha atendido a 8.300 personas y vacunado a más de 21.000.

Además, han retirado más de 8.000 metros cúbicos de escombros de las viviendas derruidas a consecuencia del terremoto que causó 300.000 muertos y otros tantos heridos, han distribuido 600.000 litros de agua potable y abierto 8.200 metros de viales en Petit Goâve, la localidad costera situada a unos setenta kilómetros de la capital haitiana en la que ha estado destinado y en la que además han acondicionado un terreno de más de 11.000 metros cuadrados para instalar un campo de desplazados con viviendas semipermanentes.