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ELECCIONES CATALANAS

En el último minuto

El Partit dels Socialistes entró muy tarde en campaña mientras sus rivales de Convergència i Unió llevan meses de actos peinando todo el territorio

El candidato José Montilla clamando ayer que un minuto, lo que se tarda en votar, es suficiente para decidir si un Parlamento es de derechas o de izquierdas es una metáfora de cómo el PSC ha apurado hasta el último momento para meterse en campaña. Frente a la eterna campaña de Convergència i Unió , los socialistas no arrancaron en serio la suya hasta hace un mes, con la designación de Montserrat Tura y José Corbacho como números dos y tres, y el anuncio de Montilla de que no reeditará el tripartito.

La teoría era que la mejor campaña para el presidente que aspira a la reelección era ejercer. Gobernar. Pero las encuestas no reflejan que esta tesis haya dado fruto. En los sondeos, Artur Mas acaricia la mayoría absoluta tras peinar Cataluña; Montilla y lo suyos se descalabran y apenas han salido del área de Barcelona, con incursiones a Tarragona, Lleida y Girona. Aunque ellos confían en bolsas de voto oculto y en que sus estudios indican cierta recuperación, no pocos dirigentes socialistas se conforman con que CiU no alcance la mayoría absoluta. Dependiendo de la magnitud de la tragedia se desatará una guerra interna complicadísima de gestionar con las municipales a la vuelta de la esquina y con Barcelona también en peligro.

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Tuvieron que pasar seis días de campaña para que Montilla lanzara su idea de cumbre contra el paro; ocho días para que anunciara que no se volverá a presentar, que ahora o nunca; 11 para apretar las tuercas de la corrupción que salpica a Convergència; 14 para hablar de "levantar un espigón de votos para detener el tsunami conservador".

El candidato del PSC se ha ido soltando a medida que avanzaba la campaña, pero quizás ha tardado demasiado. Su mejor discurso fue el del jueves en el Palau Sant Jordi -el del tsunami- durante el mitin final. Ayer, en el maratón de actos relámpago que hizo también estuvo directo como nunca. En 10 minutos por acto colocó mensajes como que la prioridad es crear puestos de trabajo; que un Gobierno de derechas "sería un atraso"; que no votar "es un riesgo" y, otro potente: "Vuestro voto vale lo mismo que el de un banquero". Fue celebrado en Sant Cosme (El Prat del Llobregat), pero la audiencia era reducida, un centenar de personas.

El jefe de la campaña socialista, Jaume Collboni, celebra que el partido ha logrado "una movilización histórica" en un contexto difícil y con el electorado desmovilizado: 36.400 asistentes a los actos centrales. Collboni también está muy satisfecho de la campaña 2.0. En cambio, lamenta que no haya habido debate cara a cara: "Nos interesaba mucho para contrastar, para evidenciar la debilidad y la indefinición de las propuestas de Mas, polarizar y movilizar". "El rival ha hecho lo que hace quien tiene las encuestas a favor: no arriesgar", lamenta Collboni, a sabiendas de que a Mas jugar el partido cerrándose atrás le ha funcionado de maravilla: ni un error, cero desgaste.

Los socialistas cerraron anoche su campaña en la sala Razzmatazz con un llamamiento a la participación. Montilla pidió a su gente que, cuando él ya no puede hacer campaña, aprovechen el día de reflexión para movilizar votos. Incluso con un SMS con el ya clásico "pásalo".

El presidente de la Generalitat y candidato del PSC, José Montilla, tras el mitin que tuvo lugar ayer en El Prat de Llobregat (Barcelona).
El presidente de la Generalitat y candidato del PSC, José Montilla, tras el mitin que tuvo lugar ayer en El Prat de Llobregat (Barcelona).EFE

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