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"La unanimidad lo puede todo"

Los primeros días de octubre, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, llamó a los portavoces de los grupos para pedirles colaboración para hacer realidad el acuerdo para la renovación del Tribunal Constitucional que él mismo pactó con el portavoz del PP Federico Trillo.

Les pidió que apoyaran en la Comisión Constitucional del Congreso una reforma de la Ley del Tribunal para limitar el mandato de los magistrados que sean elegidos ahora por el Senado. Se trata de hacer que su mandato sea de seis años en lugar de nueve como dice la Constitución, para cumplir la exigencia de que se renueve un tercio cada tres años. Y como solo había en trámite una ley orgánica para cambiar las papeletas del Senado, la reforma debía incluirse por esa vía tan extraña y aunque la ley reformada inicialmente fuera la electoral. También les dijo que su apuesta en el Congreso era el catedrático de la Universidad de Barcelona Eliseo Aja, próximo a tesis de los nacionalistas. Todos los partidos aceptaron la reforma legal pactada por Caamaño y Trillo, a pesar de las dudas de algunos de ellos. Por ejemplo, Joan Ridao (ERC) cuestionó en la ponencia a puerta cerrada esta forma de legislar, a través de una enmienda en una ley que no tiene nada que ver, y también criticó el fondo de la reforma. El letrado presente le vino a decir que "la unanimidad lo puede todo", para explicar que si nadie lo recurre será constitucional.

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La reserva de Ridao consta en el acta de la ponencia y fue expresada por el diputado en la Comisión y en el Pleno. No votó en contra por considerar que después de tres años de espera en la renovación no es pertinente poner trabas. Después de su intervención en el Pleno, Ridao recibió una llamada de Caamaño que terminó en una agria discusión entre ambos.

La reforma, de tapadillo en la Ley Electoral, finalmente se aprobó en el Congreso y ningún partido la recurrirá, por lo que los nuevos magistrados del Senado serán los únicos con un mandato de seis años y no nueve como establece la Constitución. La reforma legal se aprobará el martes en la Cámara alta y estará abierta la puerta para que se nombren los cuatro magistrados.

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