Un vestuario con dos terroristas

Gurutz Agirresarobe no era el único etarra que jugaba en el Hernani club de rugby. El detenido el pasado martes compartió vestuario con el licenciado en medicina Beñat Aginagalde, presunto autor de dos de las últimas víctimas de ETA en Euskadi: el ex concejal del PSE Isaías Carrasco y el empresario nacionalista Inaxio Uria, vinculado a las obras del AVE vasco.

"Parecían dos tíos normales, comprometidos con el equipo, nadie podía esperárselo. Ahora han manchado el nombre del club. Estamos acojonados", explicó ayer por teléfono el presidente del club, Juan Rodríguez Laburu. Temeroso del recibimiento que tendrá el Hernani club de rugby en sus desplazamientos en el resto de España, el directivo reconoció que el sobrino de otra víctima de la banda, el teniente de alcalde en Lasarte Oria, Froilán Elespe -asesinado en marzo de 2001-, jugó en el mismo equipo. Rodríguez Laburu vivió también de cerca otro crimen de ETA: trabajó como director técnico de El Diario Vasco hasta que la banda mató al director financiero de la publicación, Santiago Oleaga, en 2001.

El resto del equipo dirigente del club tenía ayer los móviles apagados o con las llamadas restringidas. Al parecer, un tercer etarra, Joanes Larretxea, detenido en octubre de 2009 cerca de Montpellier, también jugó en el equipo de la localidad.

Agirresarobe vivía sin ningún ánimo de pasar desapercibido en Hernani, localidad gobernada por la ilegalizada ANV, a pocos kilómetros del lugar donde supuestamente disparó y mató a Joseba Pagazaurtundua. Incluso hay un vídeo etiquetado con su nombre en Youtube de una jugada del equipo.

A su compañero de vestuario, Aginagalde, detenido en febrero pasado, se le atribuye también un atentado con coche bomba en la Universidad de Navarra.