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Reportaje:

El 'vicepresidente' catódico

El ministro de Fomento, José Blanco, se multiplica en los medios y arriesga en programas como 'La Noria'

A usted le gustan los documentales de La 2, pero en su bloque son mayoría los vecinos que se rinden a programas algo más desenfadados, tal vez incluso alborotados. ¿Tiene sentido que los políticos intercalen su mensaje con reportajes de buitres, chacales o hienas? "Tenemos que ir a donde está la gente, y no al revés", dijo el ministro de Fomento, José Blanco, para justificar su entrevista en La Noria (Telecinco). "Muchas personas me han criticado, gente que, sin embargo, ve el programa", añadió.

"Era arriesgado", admiten en Fomento, "había gente que no lo veía", y "podía haber sido un fracaso". El empresario Florentino Pérez llegó a preguntar a los socialistas el día 15, en la entrega de las medallas de San Isidro: "¿Tan mal estáis que tenéis que mandar a Pepe Blanco a La Noria?". Pero resultó un acierto: "Lo vieron tres millones y pico de personas, gente con la que habitualmente no conectamos, que no está interesada en informativos o periódicos". ¿Eso significa que repetirá con formatos poco convencionales? "No". ¿Blanco junto a Belén Esteban? "No es recomendable".

"Nos concentramos en una audiencia menos entregada", aclaran en Fomento

Aun así, la decisión del ministro causó alboroto -"hipócrita", según Blanco-. La periodista Cristina López Schlichting (Cope) le acusó de ir "a vender la burra" al "programa más escandaloso y desprestigiado de la televisión". Dos días antes de ir a La Noria (1,9 millones de espectadores), Blanco había estado en su programa vespertino (198.000 oyentes).

"En este momento nos interesa llegar al mayor número de gente posible", recalcan en Fomento. Tras los duelos y quebrantos del ajuste presupuestario, el PSOE se movilizó para contener el daño electoral con una cascada de explicaciones en los medios. Blanco fue, junto a la secretaria de Organización, Leire Pajín, el pilar fundamental de esta efervescencia informativa. Entre el anuncio del recorte (día 12) y el pasado viernes, se le pudo escuchar en directo en nueve cadenas de radio o televisión, a lo que hay que sumar al menos cinco actos políticos.

Algunas citas llevaban tiempo concertadas. Otras estaban pendientes desde hace muchos meses, y se cerraron precisamente para esa semana. No se trata solo de una cuestión de número (tiene hasta cien peticiones de entrevista en su agenda), sino sobre todo de público. De igual forma que la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, atendió a medios internacionales, Blanco se lanzó a los ruedos más críticos (Cope, Telemadrid, Onda Cero) o arriesgados (La Noria). "Nos concentramos en una audiencia menos entregada, un público crítico que pide más explicaciones", admiten en Fomento.

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Hasta ahora, el olfato no le ha patinado a un político que pasó de sufrir el desprecio displicente (caracterizado como "Pepiño") a los abrazos de algunos de los líderes más recalcitrantes del PP (reconocido ya como "don José"). Su valoración durante el año que lleva en el Gobierno ha cabeceado en paralelo a la de su partido, pero en 2010 ha logrado colocarse entre los ministros más valorados, hasta el punto de que los medios elucubran sobre su disposición a dar un paso al frente en el caso de que José Luis Rodríguez Zapatero renuncie a encabezar la candidatura en las elecciones de 2012. Por cierto, uno de esos sondeos, en concreto el CIS de abril, aseguraba que la mitad de los españoles no ve o escucha nunca programas sobre política, más allá de lo que digan los informativos. De hecho, casi la mitad tampoco atiende a las noticias en la radio, y uno de cada cuatro no lee periódicos que no sean deportivos.

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