Las víctimas acudirán a protestar todos los días a la Audiencia
Los defensores del magistrado acuerdan en una asamblea reunirse todos los días, hasta el próximo 22 de mayo, a las 20.00 frente a la Audiencia Nacional
Unas 100 personas se concentraron ayer a las ocho de la tarde frente a la Audiencia Nacional en apoyo al juez Baltasar Garzón, que aún es el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de este órgano, frente a su inminente procesamiento en el Tribunal Supremo que tendrá como primera consecuencia el abandono de ese puesto.
La concentración de ayer es la primera de una convocatoria permanente, que los manifestantes pretenden repetir todos los días a la misma hora, las ocho de la tarde, hasta el próximo 22 de abril, fecha en que el Consejo General del Poder Judicial debe decidir si suspende a Garzón en sus funciones de juez como consecuencia de su situación como imputado.
Los manifestantes eran en su mayoría familiares de víctimas del franquismo que se desplazaron hasta la calle Génova, donde se encuentra la sede de la Audiencia Nacional, desde el encierro simbólico que tenía ayer lugar en la Facultad de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense, en un edificio del centro de la ciudad, también en apoyo a la causa que Baltasar Garzón intentó instruir desde su juzgado para investigar los crímenes de la dictadura franquista. El juez está a punto de sentarse en el banquillo del Supremo por prevaricación en este caso, acusado entre otros por Falange.
En la concentración no se vieron caras conocidas, salvo Pilar Bardem, en contraste con el multitudinario acto de la Complutense del martes. Lemas como España al revés, corruptos y fascistas culpan al juez, se repitieron ayer y se seguirán oyendo en la calle de Génova al menos ocho días más, si se cumple la previsión de los convocantes.
Mientras, en la puerta del Sol decenas de personas convocadas por el Partido Comunista desplegaron una bandera republicana de grandes dimensiones para conmemorar los 79 años de la proclamación de la II República , el 14 de abril de 1931. El acto también sirvió para respaldar a Garzón.
