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El Canto del Loco perfecciona su pop fresco y sólido con 'Estados de ánimo', su tercer disco

Jóvenes e impetuosos, con una carrera cimentada en un pop que hasta ahora apuntaba directamente al corazón de las fans más jóvenes, el cuarteto madrileño El Canto del Loco demuestra con su tercer disco de estudio, Estados de ánimo, haber alcanzado la madurez musical. Su actuación en Las Ventas el pasado sábado confirma el estado de gracia en el que se encuentra la banda y la solidez de su pop.

Estados de ánimo aparece cuando apenas se cumplen dos años desde la salida de su segundo disco, A contracorriente. Entre estas dos tandas de canciones nuevas, Dani Martín (cantante), David Otero (guitarrista), Chema Ruiz (bajista) y Jandro Velázquez (batería) ponían en el mercado un disco con tres actuaciones memorables, celebradas en la sala Caracol de Madrid el mes de noviembre del año pasado. Todo un alarde de hiperactividad que Dani justifica con cierta chulería amable: "En momentos como los que estamos viviendo y viéndome como público, creo que tiene que ser gratificante ver que existe un grupo de música que tiene la capacidad de hacer canciones así de rápido y enseñárselas a la gente con confianza".

Tras vender más de 80.000 copias de A contracorriente y después de una exhaustiva gira por España, el grupo concluía el periplo en Madrid y, como cuenta Jandro, "el disco en directo apenas nos costó esfuerzo hacerlo". Venían rodados de la gira y ni se enteraron de que estaban grabando. "Lo escuchamos, nos gustó y, cuando nos preguntaron en la compañía si queríamos sacarlo en una edición especial con un DVD, les dijimos que sí", añade el batería. Sacaron 20.000 copias y se agotaron, cosa que, tal y como está el panorama de la venta de discos en España, tiene su mérito. No obstante, el éxito se cobró la marcha por voluntad propia de uno de los miembros fundadores de la banda, el guitarrista Iván Ganchegui. David, el otro guitarrista, explica: "En ese momento no nos planteamos otra cosa que parar e irnos de vacaciones unos días. Yo me llevé la guitarra y empecé a escribir cosas por mi cuenta. Unos días después me llamó Dani y me dijo que él estaba igual, así que tanto él como Chema decidieron venirse. En cosa de diez días teníamos otro montón de canciones, así que nos dijimos que por qué no grabarlas ya con el resto de la banda". Jandro apunta: "Las hubiéramos grabado incluso antes de cuando lo hicimos, pero tuvimos que esperar a que Nigel Walker, nuestro productor, terminara de trabajar con La Oreja de Van Gogh".

Estados de ánimo supone un paso más en dirección a la madurez y se aleja del tópico de grupo para niñas. Sus 12 canciones investigan en direcciones muy distintas, y aunque aún se aprecia el barniz posadolescente, influencias musicales más complejas se ven retratadas en temas como Insoportable o Ekix. El solista Dani enumera: "En el disco hay ecos de Estopa, La Cabra Mecánica, Los Rodríguez, Platero y Tú, Green Day, Hombres G, M-Clan... pero todas tienen ese algo de El Canto del Loco". Un algo que tiene que ver con la sinceridad y el echarse para adelante que ellos atribuyen a bandas como Ronaldos o Los Nikis: "En este álbum las canciones hablan de que te vas haciendo mayor y cada día te cuesta más ofrecerle tu amor a una persona. Ahora, si te gusta alguien, te lo piensas más, porque no sabes si le gustas tú a ella. O te pone la madre de un colega tuyo, como en el primer single, La madre de José".

Otro factor que puede suponer un shock para sus seguidoras es la imagen de la portada del disco. Dani la explica: "En una sala de un psiquiátrico se ve a cuatro personas con cuatro actitudes diferentes, que para nosotros representan cómo está el mundo ahora".

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