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Dover reivindica la esencia y la energía del 'rock and roll'

El grupo presenta hoy en Madrid su quinto disco, 'The flame'

El ímpetu rockero del cuarteto madrileño Dover se manifiesta de nuevo esta noche en La Riviera (Madrid) al amparo de su quinto disco, The flame, publicado en el otoño pasado. Liderado por las hermanas Amparo y Cristina Llanos, Dover mantiene vivo el espíritu que alumbró sus primeras apariciones, a principios de la década pasada: intensidad, energía, furor adolescente. No importa que pasen los años ni cesen las críticas por cantar en inglés, los cuatro siguen proclamando que el rock and roll es lo que más les gusta.

"A Paco de Lucía no le dicen que cambie de estilo, ni a Luis Miguel, ni a La Musgaña o a Peret; no sé por qué se empeñan en que nosotros cambiemos el nuestro". Así de tajante se muestra Amparo, la mayor de las hermanas Llanos y guitarrista de Dover, cuando se habla de que su quinto disco es parecido a cualquiera de su discografía anterior. Y abunda: "A ellos les encanta lo que hacen, y a nosotros, lo que hacemos nosotros".

Y es cierto. Dover ha creado un estilo personal e identificable con el que se encuentran muy a gusto, cualidad que debería celebrase en un mundo en el que la creación atiende demasiadas veces a las modas. "Nos gusta el rock and roll, la misma música que nos gustaba cuando empezábamos. Eso no quiere decir que nos encanten otras, como la clásica, en mi caso, o algunas con raíces. Pero cuando nos juntamos los cuatro, el rock and roll es lo que nos gusta".

Las canciones de The flame, sin embargo, suenan más ligeras y frescas, dentro del estilo Dover, que las de su anterior trabajo de 2001, I was dead for the 7 weeks in the city of Angels. "No sé si es más popy, como nos han dicho", señala la guitarrista, "pero quizá es menos denso que el anterior, en el que quisimos experimentar algunas cosas. En éste nos apetecía lo contrario, sintetizar y no andarnos por las ramas". Surge la pregunta: ¿acaso más divertido? Jesús Antúnez, el baterista, sentencia: "Con el otro también nos divertimos al hacerlo, era lo que nos apetecía en ese momento".

El caso es que las breves pero intensas canciones de The flame, de no más de tres minutos eléctricos y arrebatadores estribillos, sustentarán el concierto de esta noche, que no es más que casi el colofón de una gira que les ha llevado por toda España actuando en salas de menor audiencia. "Ha sido una bonita experiencia", reconoce Amparo Llanos, "pues la anterior gira se dio en grandes recintos. Hace unos días, en Burgos, nos extrañó tocar en un teatro con butacas, pero nos encantó, pues la gente saltó igual que si no las hubiera. Estamos muy ilusionados con cantar las nuevas canciones en Madrid, donde está nuestro público de siempre". "Y además vienen a verte tus colegas y familiares", apostilla entre bromas el bajista Álvaro Díez.

La menor de las dos Llanos, Cristina, es la autora de todas las letras de Dover, pero en los encuentros con la prensa deja siempre hablar a la hermana mayor, con la que compone la música. Capaz de emocionar al más duro por la pasión que derrocha cuando canta, Cristina se muestra parca en el cara a cara: "No sé, soy así, no me gusta hablar mucho". Pero sí le da para apoyar a su hermana Amparo cuando explica que no todos los títulos de las canciones de Dover tienen significado: "A mí no me gustaba el título de Mi sombrero para una de las nuevas canciones del disco, me sonaba a mexicano, pero ahora me encanta". Efectivamente, Mi sombrero es un título en castellano para una canción en inglés donde nada hace referencia a esa prenda, truco que ya había utilizado anteriormente el cuarteto con canciones como La monja mellada o Loli Jackson.

A la vez que The flame, Dover ha puesto en la calle un DVD con actuaciones en directo desde 1993 hasta 2003, videoclips y algún extra. "Lo hemos hecho para los más seguidores", confiesa la Llanos mayor, "pero no es un disco de grandes éxitos ni de directo, que eso no sabemos si alguna vez lo haremos". Por el momento, y antes de que actúe en La Riviera, Dover ya ha conseguido despachar más de 60.000 unidades de The flame, aunque el asunto de las cifras no les impresione. "Somos un poco supersticiosos, nunca preguntamos cuánto vendemos", sentencia Amparo Llanos.

El grupo Dover, ayer en Madrid.
El grupo Dover, ayer en Madrid.ULY MARTIN

Empresarias y solidarias

Además de ser el título de una de las primeras canciones conocidas de Dover, Loli Jackson es el nombre que dieron a un sello discográfico que los cuatro fundaron. La intención era sacar los discos de grupos españoles que les gustaban y que no encontraban camino en ninguna compañía, "para que no les pasara a ellos lo que nos pasó a nosotros cuando empezamos". En la contraportada de The flame figura el logo de este pequeño sello (publica bajo la protección de la multinacional Emi), aunque reconocen los cuatro que "Loli Jackson está en coma". "Después del trabajo que hicimos, era frustrante ver que apenas llegábamos a las mil copias de cada disco, así que está como parada para no perjudicar a nadie, pues la sensación era frustrante".

Dover viajará a finales de febrero a Palestina con la Plataforma de Mujeres Artistas Contra la Violencia de Género, que preside la cantante Cristina del Valle y en la que militan las hermanas Llanos. "Vamos a ver el horror del muro y las injusticias que se cometen contra los palestinos", aseguran ambas, aunque creen que es difícil que la música cambie el mundo.

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