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José el Francés sale en tercer grado y lo celebra cantando por fandangos

El artista, que anuncia la gira de su nuevo disco, proclama su inocencia y rehabilitación

'Estoy rehabilitado. Mi vida está en el escenario, con mi mujer y mis niños. Y para componer no puedo estar encerrado entre las rejas'. Eso dijo ayer José el Francés, que acaba de obtener el tercer grado penitenciario y presentó Jugando al amor, que ha vendido 50.000 copias en un mes. El artista, que fue condenado a nueve años por tráfico de drogas, se proclamó inocente y cantó un fandango para celebrar su nueva situación, que le permitirá salir de gira en julio.

Unos 50 periodistas esperaban la primera aparición pública de José el Francés tras su ingreso en prisión (primero Valdemoro, luego Navalcarnero) el 1 de octubre pasado. El autor de Ya no quiero tu querer se sometió encantado a una larga sesión de fotos (el príncipe azul gitano es coqueto, chiquitito y guapetón), respondió a todas las preguntas que le hicieron y en agradecimiento cantó un emocionante fandango a media voz.

Aunque mucho de lo que dijo no se entendió del todo (a veces traduce literalmente del francés, otras se va por los cerros de Úbeda), quedó clarísimo que José Rodríguez Vázquez, estrella del flamenco-pop, hijo de emigrantes españoles, nacido en Montpellier hace 30 años, se considera inocente de la acusación de tráfico de heroína que le llevó a prisión.

El Francés explicó así su detención en 1997: 'Mi padre, que se dedica a la venta ambulante, me encargó que diera de comer a los perros en el chalé de la familia, a 40 kilómetros de Madrid. Un amigo me prestó el coche y al volver a casa la policía me rodeó con pistolas, vio que había droga en el coche y me llevó detenido'.

El cantante y compositor sugirió que aquel 'amigo' pudo poner la droga en el coche y dar el chivatazo 'por envidia'. 'Me la jugó y no sé por qué. Ojalá no lo vea nunca, porque volvería a la cárcel. Y aunque he pasado una depresión grande, ahora empiezo a reír'.

El Francés agradeció a la justicia el trato que le ha dado. 'Si yo fuera policía y encontrara un sospechoso, también le detendría hasta que se demostrara su inocencia, y eso es lo que ha pasado conmigo', dijo. 'Pero todo el mundo se ha portado muy bien conmigo'.

El músico se definió como romántico y apasionado, negó ser o haber sido 'drogadicto' y explicó así su rehabilitación: 'Ahora llego siempre puntual, valoro mucho lo que tengo y sé que el tiempo es oro. Y ya no fumo ni un porrito'.

Estos días, José sale a las ocho de la mañana del Centro Victoria de Kent, la antigua cárcel de Yeserías, y vuelve a las diez de la noche a dormir. Pero lo crucial para él es poder componer de nuevo -'la primera semana de cárcel hice tres temas, pero luego colgué la guitarra y ya no la vi más'- y volver a ver a su público -'ese público que se enamora con mis canciones y llora cuando me pide autógrafos'-. Sus abogados estudian la fórmula para que haga la gira sin tener que dormir en la cárcel. Quizá la solución sea la pulsera electrónica. 'Salir, entrar, salir, entrar... Es un dolor muy grande. Te duele el corazón y la cabeza. Pero allí dicen que si te ponen la pulsera eres un perro'.

La gira, prevista para julio, se hará junto a Rosario Flores y la cubana Belén Dreik. El Francés está a la vez ilusionado y asustado con la idea: 'Con la gira del anterior disco no vi a mi familia en varios meses'.

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