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Los Planetas se arriesgan a buscar la sencillez

El grupo de pop-rock granadino edita su sexto disco, 'Contra la ley de la gravedad'

El quinteto granadino Los Planetas edita estos días Contra la ley de la gravedad, sexto elepé de la banda compuesta por J., voz y guitarra; Floren, guitarra; Banin, teclados y guitarra; Miguel, bajo, y Eric Jiménez. Con un bagaje de 11 años de carrera a sus espaldas, esta veterana formación que aglutina en su obra musical todo el modo de hacer del rock español que comenzó a ponerse en práctica en los años noventa, regresa ahora a planteamientos de grabación menos volcados en los avances tecnológicos y más centrados en el camino directo de las canciones.

Como explica Floren, su guitarrista: "Es un poco 'así van surgiendo las cosas y así se van quedando'. Este disco hemos intentado planificarlo técnicamente a la hora de concebirlo en sesiones de grabación de todo el grupo. Lo hemos grabado en directo para respetar el espíritu de la canción. Eso ayuda a reflejar en estado puro las emociones". Un intento loable, aunque no exento de dificultades: "Es bastante complicado, porque es posible llegar a ese punto máximo de expresión. Pero también puede fallar la interpretación. Al fin y al cabo somos cinco músicos tocando. Ése ha sido nuestro reto". El teclista Banin completa la explicación: "Ha supuesto una vuelta a la sencillez, dándole prioridad a la interpretación, aunque tuviera errores, en lugar de buscar la perfección a base de ir poniendo y quitando capas de música, que es una forma de trabajar más sofisticada y que ya hemos usado en otros discos. Este disco está desprovisto de artificios". Finalmente, J. remacha: "Es posible que hayamos otorgado en este disco más importancia a las armonías que a su posterior desarrollo instrumental. Eso se debe a que las canciones están considerablemente menos trabajadas. Han sido grabadas a la tercera o la cuarta interpretación". Lo que si queda claro a la primera escucha es que Contra la ley de la gravedad tiene un fuerte componente de brillantez pop que J. achaca a la "influencia de Brian Wilson (líder de Beach Boys), que es lo que hemos escuchado últimamente, y se nota". En el disco aporta su voz Iranzu, solista del grupo donostiarra La Buena Vida, banda, por cierto, que en una de sus canciones ya manifestara su aprecio por Los Planetas. Pero el álbum acoge también Podría volver, una ranchera del compositor mejicano Juan Gabriel. Expone J.: "Es una canción que grabamos para un disco de homenaje a Bambino. Él la hacía por rumba".

J. y sus compañeros admiten que ha llegado un buen momento para los músicos que emergieron la década pasada: "Nosotros estamos casi en las 40.000 copias vendidas de cada disco. La Buena Vida tiene ahora más éxito que nunca, y ahí hay discos como el de Tachenko, de Sergio de El Niño Gusano". No obstante, también para una banda como ellos está el difícil reto de no repetirse y de seguir en la brecha: "Es complicado mantener un grupo como el nuestro durante 10 años a base de propuestas arriesgadas y siempre contrarias a las corrientes mayoritarias. Eso cuesta mucho".

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