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Conectados a una red mejor aprovechada

Los escépticos creen que la red eléctrica no está en ningún sitio preparada para atender la demanda de carga de una gran cantidad de automóviles eléctricos. Sin embargo, son las compañías eléctricas las más interesadas actualmente en su desarrollo, especialmente allí donde existe una creciente contribución de las energías renovables a la mezcla de fuentes primarias de energía eléctrica. Éste es precisamente el caso de Hawai, lo que contribuiría también a reducir sus emisiones de efecto invernadero.

En España, donde la energía eólica es una fuente primaria ya muy importante, que llega al 20% del total, puede haber horas del día en que sobre energía eléctrica, que no se puede almacenar, y este fenómeno va a aumentar, confirma Red Eléctrica de España. A las seis de la mañana es cuando suele decaer el viento, y para entonces, que empieza a subir la demanda, tienen que estar preparadas para aumentar su producción otras fuentes de energía, como las centrales térmicas.

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El coche eléctrico sale a la calle

Los datos son públicos y se pueden ver en tiempo real en la dirección de Internet www.ree.es. Si se toma un día laborable cualquiera del pasado mes de octubre el valle (cuando es menor la demanda) se da entre las dos y las cinco de la madrugada, con 22.000 megavatios. A partir de las 5.30 se produce una elevación rápida hasta llegar a los 33.000 megavatios a las 8.30, que se mantiene con pocas variaciones hasta la tarde, en que un pico se inicia hacia las 19.00 y dura hasta las 20.30, llegando a los 36.000 megavatios, para volver a caer rápidamente después. Ese mes, la energía eólica contribuyó con un 11% de media.

Tarifas variables

En todo caso, las compañías eléctricas piensan en las baterías de los coches no sólo como clientes de lo que producen sino como un recurso para almacenar energía eléctrica durante las horas de menor demanda y recuperarla en caso de necesidad durante las horas de mayor demanda. Esto parece muy complicado, pero los expertos creen que no lo es tanto. Ven un futuro en el que existan tarifas variables e interfaces inteligentes con la red (contadores) que permitan cargar el coche cuando la tarifa es más baja, vender la electricidad a la red cuando es más cara (por ejemplo cuando el vehículo está enchufado en el aparcamiento del trabajo de su propietario) y al mismo tiempo garantizar que el coche se puede utilizar cuando el propietario lo necesite. Es más una cuestión de computación y de que el consumidor aprenda a usar el sistema según sus propios intereses que de nuevas tecnologías.

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