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TECNOLOGÍA | Generación de electricidad

Pisotones para ahorrar energía

Cada vez que damos un paso liberamos energía. ¿Y si pudiéramos capturar esa energía y utilizarla como una fuente limpia de electricidad? Eso es lo que se han propuesto los ingenieros de la East Japan Railway, compañía ferroviaria japonesa que ha instalado en la estación de Tokio un dispositivo que genera y almacena electricidad cuando los viajeros pisan las plataformas de acceso a la estación. El sistema funciona por el efecto piezoeléctrico; el mismo que emplean algunos calentadores domésticos y mecheros para su encendido. Determinados materiales, cuando son sometidos a tensiones mecánicas (como un pisotón), generan una corriente eléctrica. La idea es almacenar esa electricidad en un condensador y utilizarla para alimentar las pantallas y otros dispositivos de la propia estación.

Por el momento, el sistema es sólo un experimento. Los materiales piezoeléctricos se han usado más como sensores que como generadores de electricidad, ya que, aunque pueden llegar a producir voltajes de varios kilovoltios, la corriente generada es escasa y está limitada al tiempo que dura el golpe sobre el material. "Estamos hablando de magnitudes de energía pequeñas" señala José Manuel Torrelo, del Instituto de Tecnología Eléctrica de Valencia. Él trabaja en un proyecto para la empresa Mondragón Soluciones que emplea estos materiales como sensores para controlar el estado de las vías ferroviarias.

Los propios ingenieros japoneses reconocen que los generadores producen con cada viajero que los pisa una cantidad de electricidad ínfima: entre 70 y 100 milivatios-segundo. Pero unas 700.000 personas transitan por la estación de Tokio cada día. ¿Qué huella pueden dejar?

Los expertos consultados reconocen que es un experimento interesante, aunque son bastante escépticos sobre sus resultados. "Es un campo denso en el que se están haciendo bastantes experimentos. Éste en concreto es interesante porque se trata de un uso distinto y veremos qué es lo que se puede lograr con los materiales piezoeléctricos", explica Torrelo, y se pregunta cuál será el coste de llenar una estación con estos materiales.

Francesc Moll, de la Universidad Politécnica de Cataluña, siente la misma curiosidad pero recela. "Estos sistemas tienen más futuro como alimentadores de baterías en dispositivos de bajo consumo que como grandes generadores. Podrían servir, por ejemplo, para emitir señales de radio que sirvieran para localizar a personas". Moll investiga sistemas para captar energía de las actividades cotidianas mediante la temperatura o el movimiento. La proliferación de artefactos con pequeñas necesidades energéticas abre la puerta a este campo. Imagine un corredor que con su movimiento alimenta las baterías del reproductor de música que lleva.

De momento, en la estación de Tokio un gran panel informa a los viajeros de la energía acumulada. Según algunos periódicos locales, el primer día de funcionamiento, el 16 de octubre, marcaba 6.500 vatios-segundo, suficiente para encender una bombilla de 100 vatios durante 65 segundos. Pero el director de la oficina de la East Japan Railway en Nueva York, Hiroyuki Sawada, dijo a EL PAÍS por correo electrónico que no pueden proporcionar cifras oficiales.

"Sólo podemos decir que asumimos que un pasajero puede producir entre 0,07 y 0,10 vatios-segundo y que el número de pasajeros que transitan en un día por la entrada Marunouchi-Kita de la estación de Tokio con 6 carriles de acceso encenderán una bombilla de 100 vatios durante un minuto", dice Sawada.

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