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FÍSICA | Experimentos

La constucción del acelerador de partículas LHC avanza con el montaje de los detectores

A nueve meses de la puesta en marcha del más potente acelerador de partículas jamás construido, miles de físicos e ingenieros se afanan en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, para completar el montaje tanto del acelerador mismo (el LHC) como de los detectores subterráneos, grandes como catedrales, que registrarán los efectos de los choques de partículas subatómicas (protones contra protones) aceleradas casi a la velocidad de la luz.

Para hoy mismo está prevista la complicada operación de bajar hasta una de las salas experimentales, a 90 metros bajo tierra, el segmento central de uno de los detectores, el CMS. Es una operación delicada y milimétricamente planeada que se hace con potentes grúas para desplazar una pieza gigantesca de ingeniería avanzada.

El CMS, en cuyo desarrollo y construcción participan 2.300 especialistas de 160 instituciones científicas de decenas de países, incluidas varias españolas, mide 21 metros de longitud y 16 metros de diámetro. Pesa en total 12.500 toneladas y se va montando en una gran nave en la superficie para ir bajando siete grandes elementos estructurales, como enormes lonchas del conjunto. Son cinco anillos centrales y dos tapas en los extremos que se montan por separado antes de ser colocados en su ubicación definitiva alrededor del haz del acelerador.

El montaje del otro gran detector, el Atlas, con participación internacional similar, está casi completo en su sala subterránea, en otro punto del túnel de 27 kilómetros de diámetro en el que está prácticamente concluido el montaje del LHC (Large Hadron Collider). Los serios problemas estructurales que sufrió el sistema de refrigeración del acelerador hace un par de años han sido solucionados y se espera que la gran instalación arranque el próximo mes de noviembre, aunque algunos elementos de CMS seguramente no estarán listos para esa fecha. El nuevo sistema de computación y almacenamiento de datos del LHC, basado en la nueva tecnología GRID, está a punto.

Durante los primeros meses, el LHC funcionará con haces de partículas sin gran aceleración, con colisiones a baja energía. Tras las pruebas del sistema, se espera que en abril de 2008 se haya alcanzado la alta energía nominal del LHC y empezarán la toma de datos científicos en los detectores. Además de CMS y Atlas, otros dos detectores registrarán aspectos particulares de los choques de partículas: el Alice y el LHCb. Encontrar la partícula Higgs, cuya existencia es una predicción de los físicos teóricos para explicar el origen de la masa, y el hallazgo de hipotéticas partículas supersimétricas son los dos grandes objetivos del LHC y su conjunto de detectores.

Mientras el colosal proyecto científico avanza, las dificultades presupuestarias preocupan seriamente en el CERN. El coste del LHC es de casi 2.000 millones de euros, pero las restricciones financieras acordadas por los países miembros de la institución (incluida España) se manifiestan en casi todos los ámbitos del proyecto.

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