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FÍSICA | Modelos del clima

60 equipos de investigación desarrollan la predicción climática detallada para Europa

Aunque el nuevo informe AR4 del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de la ONU, no estará oficialmente terminado hasta finales de año, los científicos ya están realizando las investigaciones de alto nivel cuyos resultados se recogerán en el próximo informe, el AR5, dentro de cinco o seis años. Una de las áreas prioritarias de la investigación es la modelización climática a escala regional, una difícil disciplina en la que son líderes mundiales los científicos europeos.

Más de 60 equipos de investigación, casi todos de la UE, están trabajando en un macroproyecto denominado Ensembles, entre cuyos objetivos destaca la creación de modelos de clima que permitan hacer proyecciones para las próximas décadas con una elevada resolución espacial: 25 kilómetros. Los actuales modelos climáticos globales, que abarcan todo el planeta, tienen una resolución máxima de unos 200 kilómetros, por lo que con ellos no es posible simular la evolución de las temperaturas o las lluvias a lo largo del siglo en áreas más pequeñas.

Las lluvias disminuirán en España entre un 30% y un 70% en primavera y verano
Los investigadores europeos son líderes mundiales en modelización regional

"Ensembles va a realizar simulaciones climáticas para todo el siglo, con especial atención al periodo 2000-2050, usando modelos climáticos regionales avanzados de 25 kilómetros de resolución", explica Manuel de Castro, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha y participante en el proyecto europeo. "Además, vamos a calibrar los diferentes modelos que usemos, comparando sus resultados y cuantificando las incertidumbres que presentan". Pero Ensembles, enfocado al territorio europeo y la cuenca del Mediterráneo, tiene otro objetivo ambicioso: "Al final del proyecto, en 2009, muchos de estos modelos regionales podrán hacer simulaciones en otras zonas, fuera de Europa", explica Chris Hewitt, científico del Hadley Centre británico y director de Ensambles.

Las simulaciones y proyecciones climáticas, puntualiza De Castro, no son iguales a las predicciones meteorológicas. No tratan de predecir qué tiempo hará en un día y un lugar concretos dentro de 35 años, algo que impide la naturaleza caótica de la atmósfera, sino de simular el cambio de las condiciones climáticas, es decir, de valores promedio a lo largo de las próximas décadas en la región de interés.

Los modelos regionales son clave, por ejemplo, para conocer los impactos del calentamiento a esa escala, lo que es muy útil para los responsables políticos y económicos que preparan las medidas de respuesta. España, entre otros, está trabajando en esta orientación de análisis de impactos.

De momento, y a la espera de resultados con mayor resolución, las simulaciones indican que en el último tercio de siglo las temperaturas medias en la península Ibérica podrían aumentar entre cuatro y siete grados centígrados en verano, respecto a los valores actuales; las precipitaciones podrían disminuir entre un 30% y un 70% en primavera y verano. En invierno, en la mitad sur de la Península, las lluvias posiblemente se reducirían entre el 10% y el 30%, pero en la mitad norte disminuirían menos o incluso aumentarían ligeramente. De Castro puntualiza que estos valores están calculados para uno de los peores escenarios posibles, es decir, para un incremento más acelerado que el actual en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ensembles, financiado con 15 millones de euros por el VI Programa Marco de la UE, deriva en parte de otro proyecto europeo, Prudence, en cuyo marco se prepararon y aunaron 10 modelos regionales con resolución de 50 kilómetros (algunos ya de 25 kilómetros) y con proyecciones para el último tercio del siglo XXI. Uno de ellos era -y sigue siéndolo en Ensembles- el modelo Promes, desarrollado por el equipo de De Castro.

Los resultados de Prudence se recogen en el AR4 del IPCC, tanto en el volumen dedicado a la ciencia del cambio climático como en el que se ocupa de sus impactos. El hecho de que en el capítulo 11 del informe, sobre proyecciones regionales, sólo se establezcan conclusiones derivadas de modelos sobre Europa demuestra hasta qué punto, por ahora, la ciencia europea es líder mundial en modelización regional. Para el resto del planeta, los análisis de impacto se han ceñido a los resultados de los modelos globales, que dividen la superficie de la Tierra y la atmósfera en celdillas de más de 200 kilómetros de lado.

"Hasta ahora, sólo las simulaciones de Prudence han generado un conjunto coordinado multimodelo de simulaciones con resolución de 50 kilómetros para todas las zonas; un conjunto similar de experimentos se está realizando ahora en Norteamérica, en el proyecto Narccap", explica Jens Christensen, experto del Instituto Meteorológico Danés y líder de dicho capitulo 11 del AR4. Él destaca el objetivo de Ensembles de reducir la resolución a 25 kilómetros, y añade que se aplicarán estos modelos en otras partes del mundo, como África occidental y Latinoamérica.

Para mediados de siglo

En el proyecto Ensembles los científicos europeos han asumido el reto de acercar a la primera mitad del siglo XX el plazo de la proyección climática, y ya con alta resolución -algunos de los 10 modelos del programa anterior, el Prudence, ya estaban en 25 kilómetros, pero otros eran de 50 kilómetros-.

"Las proyecciones a medio plazo son más difíciles porque el ruido que generan en la simulación las fluctuaciones naturales del clima resulta algo más dominante", aclara el experto danés Jens Christensen. El problema es que es más difícil, por ejemplo, identificar con rigor en una simulación un aumento de temperatura media de dos grados en las próximas décadas que un aumento de cuatro a finales de siglo.

Hay que tener en cuenta que estas simulaciones del clima, tanto a escala global como las regionales, son complejísimas. Son modelos que reproducen razonablemente bien la evolución de las condiciones climáticas y los fenómenos físicos y biogeoquímicos que las determinan, y exigen el uso de superordenadores muy potentes. De Castro comenta que realizar una simulación climática de cien años requiere un tiempo de computación continuo de entre seis y nueve meses, dependiendo de la potencia del superordenador.

Los científicos, una vez desarrollado un modelo, primero lo arrancan en el pasado -por ejemplo, a principios o mediados del siglo XX-, para hacerlo avanzar hasta el presente, de manera que así pueden verificar si los resultados de la simulación, por ejemplo en la década de los noventa, reproducen bien las condiciones climáticas ya observadas en la región que interesa. Sólo entonces se ejecuta el modelo hacia el futuro.

Además del equipo de Castilla-La Mancha participan tres instituciones españolas más entre las 65 de Ensembles: el Instituto Nacional de Meteorología, la Universidad de Cantabria y la Fundación para la Investigación del Clima, pero éstas no utilizan modelos climáticos regionales propios.

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