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TECNOLOGÍA | Soportes informáticos

El libro inicia su revolución con el papel electrónico

Las pantallas de ordenador están muy bien para un acceso rápido a la información. Pero nadie quiere leer un documento largo en pantalla, y mucho menos un libro. Uno hace una copia física usando materiales bastante antiguos -tinta y papel- para leerla en el tren. Esto va a cambiar. La moderna tecnología de la información no va a hacer el libro obsoleto, lo va a reinventar. El libro electrónico está de camino, y con él, la carta y el periódico electrónicos. Dick Brass, director de tecnología y desarrollo de Microsoft, predice: 'La última edición en papel de The New York Times aparecerá en 2018'. Pero está empezando a parecer un cálculo conservador.

¿Cómo puede el libro electrónico competir con el papel en cuanto a legibilidad, viabilidad económica, ligereza y resistencia? Fácilmente: se imprimirá en papel electrónico y con tinta electrónica. Tendrá el mismo aspecto y se manejará igual que el papel convencional, pero con un toque la página se transformará en otra, y otra, y otra. Una única hoja podrá mostrar los contenidos de una biblioteca.

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La tinta electrónica no es una imagen futurista, sino una realidad en funcionamiento. Una versión la fabrica una empresa de EE UU denominada E-Ink, filial del Massachusetts Institute of Technology (MIT). SU director de Tecnología, Paul Drzaic, no duda del impacto que tendrá. 'Estamos hablando del primer cambio verdadero de la tecnología del libro en 500 años', dice.

Los inconvenientes de las pantallas de ordenador convencionales para los libros y revistas electrónicos son numerosos. Son frágiles y costosas, consumen mucha energía, y son difíciles de leer en una playa a pleno sol. Todo está preparado para el libro electrónico (fuente de alimentación y mecanismos de memoria), menos el papel. 'Hoy en día habría un libro electrónico en manos del público en general si hubiese una pantalla plana que sirviese de soporte', afirman los investigadores de Kent Displays, empresa que estudia el papel electrónico.

La primera versión de papel electrónico data de 1975, cuando Nick Sheridon, del Centro de Investigación de Xerox en Palo Alto, California, inventó un material denominado Gyricon. Su idea era cubrir una lámina con diminutas esferas de plástico, mitad blancas y mitad negras, que se pueden girar mediante un campo eléctrico. Xerox abandonó la idea, considerándola excesivamente cara. Pero Sheridon la retomó en la década de 1990, y el pasado diciembre Xerox escindió su sección de papel electrónico en una filial independiente.

El producto Gyricon, que ahora llaman Papel Inteligente, se acerca mucho a la idea original de Sheridon. Las esferas, cada una aproximadamente de una décima parte de milímetro de diámetro, se sostienen en cavidades llenas de aceite dentro de una lámina de plástico transparente. En la actualidad, la imagen sólo se puede cambiar pasando la lámina por un aparato parecido a una impresora o arrastrando una varita mágica por la página para reconfigurar cada esfera. También se puede escribir sobre el papel electrónico con un lápiz electrónico, que hace girar las cuentas.

Esferas plásticas

Pero la idea que en E-Ink tienen del papel electrónico es posiblemente más avanzada: toda la página se cambia inmediatamente con sólo dar un golpecito en la pantalla. Esto se debe a que el papel electrónico está completamente conectado con su propia electrónica transparente. El concepto de E-Ink es similar al de Gyricon: esferas plásticas microscópicas que se pueden volver blancas o negras. Pero en lugar de girar para mostrar diferentes caras, las esferas son fijas. Están huecas, y rellenas con pigmento blanco en un líquido teñido de negro. Las partículas se pueden atraer hacia las caras inferior o superior de las cuentas mediante campos eléctricos. Este sistema fue creado por Joseph Jacobson y sus colaboradores del Media Lab del MIT en 1997, a partir de lo cual fundaron la empresa.

El problema de hacer las cosas de esta manera es que cada uno de los fragmentos reconfigurables del papel electrónico debe conectarse a un conmutador independiente. Esto es potencialmente caro y difícil de conseguir. Pero E-Ink se ha visto beneficiada por la invención de los plásticos conductores, que hace que los circuitos electrónicos resulten más fáciles y baratos de fabricar.

En 1999, investigadores de E-Ink formaron equipo con Lucent Technologies para crear una forma de papel electrónico viable. El mes pasado anunciaron los frutos de esta colaboración: una pantalla en blanco y negro completamente intercambiable realizada mediante el uso de una especie de técnica de impresión de tampón para imprimir los circuitos de los conductores de plástico. La hoja contiene una cuadrícula en forma de damero de 256 (16 - 16) pixeles, cada uno de 0,8 centímetros de ancho. El texto escrito normal requerirá pixeles mucho más pequeños, menos de un milímetro de ancho, pero los investigadores afirman que en principio esto no supone un obstáculo.

Kent Displays está tomando otra ruta para llegar al libro electrónico. Su diseño es básicamente una pantalla de cristal líquido, pero no necesita iluminación posterior. Por el contrario, le basta con la luz ambiente reflejada, y modifica el índice de reflexión de cada pixel mediante el encendido electrónico de una célula de cristal líquido. Al usar los denominados cristales líquidos colestéricos, se puede reflejar la luz de sólo ciertas longitudes de onda seleccionadas, y así obtener un papel electrónico en color. Kent Display afirma que sus prototipos todavía no pueden igualar la claridad de las fotografías en color de los libros, pero se acerca a las de los periódicos.

El libro electrónico es ciertamente la perspectiva más interesante para estos aparatos, pero E-Ink y Gyricon ven un mercado más cercano en la señalización electrónica. Para las tiendas sería muy cómodo poder reescribir instantáneamente los precios o las ofertas en las pantallas de cada pasillo de un supermercado. Tanto E-Ink como Gyricon han fabricado ya carteles electrónicos publicitarios para su uso en tiendas.

Carteles y señales, pero tambien televisores y teléfono celulares, pueden beneficiarse de las pantallas planas de nueva tecnología, que se basan en diminutos dispositivos fluorescentes llamados diodos emisores de luz orgánicos (OLED).

¿Cuál es el problema de las pantallas de cristal líquido convencionales de los ordenadores portátiles? Aparte de que no son muy nítidas, su fabricación es complicada. Los OLED son como pequeñas bombillas modificables que se pueden programar para emitir cualquier color del espectro. Son sencillos de fabricar, y los materiales resultan ligeros y baratos; muchos se hacen a partir de plásticos duros, lo que significa que las pantallas son flexibles, y consumen menos que las pantallas convencionales.

La fabricación de los diodos emisores de luz (LED) comenzó por pura casualidad. en 1990, el grupo Friend estaba estudiando los diodos de plástico, realizados a partir de materiales polímeros que conducen la electricidad. Estos materiales se descubrieron en la década de los setenta. Richard Friend y sus colaboradores descubrieron que uno de sus polímeros conductores emitía una luz amarilla cuando lo atravesaba una corriente, un fenómeno denimado electroluminiscencia. Pronto consiguieron explotar este efecto en un diodo plástico de emisión de luz. En 1991, el grupo de Alan Heeger descubrió un polímero similar que emitía en luz roja; enseguida se lograron los materiales verdes y azules.

En el teléfono celular

Una aplicación innovadora de los LED de pantalla plana será para el teléfono celular. Pero uno de los primeros obstáculos que hay que superar es el de la duración: las pantallas de plástico generalmente se estropean tras unas mil horas de uso.

Una alternativa son pantallas no de polímeros, sino de pequeñas moléculas orgánicas similares a los tintes, que se pueden preparar para que produzcan electroluminiscencia. Son probablemente los principales competidores de los LED plásticos.

En la carrera por obtener pantallas planas en color baratas hay al menos un forastero que podría todavía convertirse en uncometidor fuerte. Algunos investigadores planean sustituir el tradicional diseño de los tubos de rayos catódicos de los monitores convencionales por uno en el que cada pixel en color tenga su propio cañón electrónico en miniatura montado directamente detrás de él.

La idea es utilizar un campo eléctrico para desprender electrones de una diminuta punta en forma de aguja justamente detrás de la pantalla y acelerarlos para que formen un fino haz.

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