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ESPACIO | Observación de la Tierra

Un satélite sobre los polos terrestres

Desde una de las plataformas de lanzamiento del cosmódromo ruso de Baikonur (en Kazajstán), en concreto el número seis, partirá el próximo lunes hacia el espacio un nuevo satélite europeo, el Metop-A, concebido para dar un salto cualitativo en la observación meteorológica de la tierra y, esencialmente, en el estudio del clima del planeta. Con cuatro toneladas de peso -en tierra- y 6,3 metros de alto, el satélite es realmente muy grande.Por ello, tuvo que ser desmontado en tres partes (la plataforma de servicios, el módulo de instrumentos de observación y el panel solar) para ser trasladado, en tres vuelos, desde la fábrica de Eads Astrium donde se construyó (en Toulouse, Francia), hasta las instalaciones de la empresa Starsem en Baikonur.

Allí, en las salas limpias montadas en las antiguas instalaciones soviéticas y rusas, los tres trozos del Metop-A se han reconstruido y probado durante varias semanas. Después se han colocado en el cono de la punta del cohete Soyuz -2 que será trasladado en los próximos días a la plataforma de lanzamiento.

Los Soyuz (fabricados en Samara, Rusia) son los cohetes más experimentados y de la historia del espacio (con más de 1.700 lanzamientos cumplidos), y ahora los comercializados por Starsem, una empresa ruso-europea de servicios espaciales.

Si todo va bien el lunes, la nueva joya de la meteorología espacial europea tardará tardar una hora y ocho minutos desde el lanzamiento hasta llegar a su posición orbital correcta, a 817 kilómetros sobre la superficie terrestre y sobrevolando los polos. Pero este será sólo el primero de los tres Metop que Europa se ha comprometido a construir: de hecho ya los ha construido, y los otros dos están guardados en la fábrica de Toulouse esperando su lanzamiento en 2010 y 2015, respectivamente.

Los socios de este nuevo programa avanzado de observación de la Tierra son la Agencia Nacional de Océano y Atmósfera (NOAA) estadounidense, que ya ha lanzado su primer satélite equivalente al Metop, y la organización meteorológica europea Eumetsat y la Agencia Europea del Espacio (ESA) desde esta parte del atlántico. Una decena de países de la UE, incluida España participan en el programa. El coste total de los tres Metop y su operación durante 15 años es de 2.400 millones de euros, explicó Stefane Carlier, responsable de Metop en la ESA.

"El objetivo del programa es proporcionar medidas globales a los servicios meteorológicos europeos y a la NOAA, en el plazo de dos horas y cuarto tras la observación directa", explicó recientemente en Moscú Marc Cohen, jefe del programa Metop en Eumetsat. Pero también serán usuarios privilegiados los científicos del clima, ya que la continuidad y homogeneidad de la información es un elemento esencial para ese tipo de estudios. El programa Metop está planeado para funcionar 15 años. La calidad y cantidad de los datos se espera que sea muy alta, hasta el punto de que es preciso adaptar los modelos meteorológicos y de clima actuales para explotar plenamente la información que estos satélites polares tomarán.

Temperatura y humedad, velocidad y dirección de los vientos, especialmente sobre el océano, los contenidos de ozono, dióxido de nitrógeno, vapor de agua, oxígeno y otros gases en la atmósfera, o la observación y medición de las capas heladas del planeta, son algunos de los objetivos clave de estos satélites polares.

A bordo del Metop-A van 12 instrumentos: cuatro de desarrollo nuevo para este programa, seis conceptualmente heredados de satélites meteorológicos anteriores y dos dedicados a servicios auxiliares, como el de alerta de emergencias. Por esto, uno de los problemas más difíciles que han abordado los ingenieros en su diseño, desarrollo y construcción ha sido evitar las interferencias de unos con otros, de manera que las frecuencias de trabajo de uno no ciegue al contiguo, o incluso que una antena desplegada no haga sombra en la visibilidad de otro equipo. Finalmente, los expertos han logrado acomodar todos los instrumentos para que puedan funcionar simultáneamente.

Ilustración del satélite <i>Metop-A</i> en órbita polar de la Tierra.
Ilustración del satélite Metop-A en órbita polar de la Tierra.ESA

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