_
_
_
_
_

Andrés Montes, el hombre que nos hizo maravillosa la vida

El periodista creó escuela al retransmitir partidos de baloncesto y fútbol

Su cabeza afeitada y aquella piel morena tan peculiar, herencia de padre gallego y madre cubana, no dejaban de ser más que el primer aspecto llamativo de una persona maravillosa que se erigió en uno de los periodistas más mediáticos de las últimas décadas. Andrés Montes, fallecido ayer en Madrid a la edad de 53 años, era uno de esos pocos profesionales del micrófono, primero en la radio y más tarde en la televisión, que han sabido crear escuela después de una trayectoria forjada en gran medida de manera autodidacta.

Absorbió las enseñanzas de algunos de los principales maestros de la profesión, a partir de 1980 desde la COPE y Antena 3 junto a José María García, pasando, a partir de 1996, por Canal+, junto a Santiago Segurola y Antoni Daimiel, hasta llegar a La Sexta diez años después. Amó el baloncesto y acertó a contagiar de pleno esa pasión por el juego a través de unas retransmisiones que nunca dejaban indiferente a nadie.

Más información
Hallado muerto el periodista Andrés Montes
"Ser calvo, negro y con estilo propio te hace identificable"
Llorente: "Andrés era un símbolo"
Gasol: "Me he quedado helado"
Ceremonia íntima para despedir a Andrés Montes

Los chavales de mediados de los noventa, tras los primeros partidos de la NBA que llegaron de la mano de otro maestro como es Ramón Trecet, descubrieron con Montes una nueva manera de ver y disfrutar de las hazañas de los más grandes de la canasta, pese a los intempestivos horarios obligados de los partidos que se disputan en Estados Unidos.

Creó un estilo propio, hasta el punto de que confeccionó un peculiar diccionario. Los apodos que puso a una legión de jugadores pasaron a ser de uso común entre los aficionados. ET le llamó a Pau Gasol, Mi nombre es James decía cuando se trataba de LeBron James, "¡Oh, la la!" exclamaba cuando la tocaba Tony Parker... y así hasta llegar a uno de los últimos, Ricky Business, Ricky Rubio, claro está.

En 2006, con su pase a La Sexta, llegó a uno de sus momentos de mayor esplendor cuando, con Juanma Iturriaga y Juan Domingo De la Cruz, retransmitió los partidos que le dieron a España el título mundial en Japón.

Ese mismo año ya había empezado a retransmitir también partidos de fútbol con motivo del Mundial de Alemania.

Trasladó su bagaje en el baloncesto al mundo del balompié. En aquel campeonato repitió hasta la saciedad la frase "¡Porque la vida puede ser maravillosa, Salinas!", dedicada a su compañero en las retransmisiones Julio Salinas. Igualmente puso apodos a los futbolistas, desde el Humphrey Borgart dedicado a Xavi, hasta el Sweet Iniesta, pasando por el Decodificador Deco o Tom Cruise Raúl, por no hablar de expresiones como "jugón" o "tiqui-taca". También retransmitió los partidos de Liga.

Sus aficiones iban mucho más allá del deporte. Era un consumado lector y cinéfilo y cuando le preguntaban el motivo por el que se rapaba la cabeza solía decir que era en honor del actor Yul Brynner.

Su fino sentido del humor era contagioso y su personalidad era tan peculiar que, tal como escribió Juanma Iturriaga, dos de las cuatro fases de su vida eran "antes de conocer a Andrés Montes" y "después de conocer a Andrés Montes".

El pasado 20 de septiembre, tras retransmitir la final del Eurobasket en la que España se proclamó campeona, se despidió de los espectadores. Sabía que finalizaba su contrato. Por supuesto, la despedida la hizo de su proverbial manera: "Me despido de todos ustedes", dijo. "Ésta es mi última retransmisión con la Sexta y les voy a decir lo mismo que les dije tres años y pico cuando llegué a esta cadena: La vida puede ser maravillosa. Un saludo, amigos".

Todos aquellos que aspiren algún día a ser periodistas deportivos harán bien en repasar sus retransmisiones. Un periodista con su vocación y su pasión por el oficio es el mejor tratado en la materia del que puedan disponer. Se fue un maestro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_