Bush no es romántico

La primera dama de EE UU, Laura Bush, ha reconocido que su marido, George W. Bush, "no es muy bueno" para recordar fechas románticas, en una entrevista televisiva emitida hoy, a dos días de San Valentín. A pesar de todo, Laura Bush ha dicho que "afortunadamente hay un florista para la Casa Blanca", así que siempre recibe flores en las fechas señaladas. Eso sí, con una tarjeta firmada por su marido, para dejar constancia de que lo importante es la intención, aunque la idea de las flores provenga de otra persona.

Pero no sólo el florista de la Casa Blanca parece acordarse más de la señora Bush en fechas románticas, el jardinero, según asegura la primera dama también lo hace: "el año pasado podó un arbusto con forma de corazón para que el presidente me lo diera". "Pero, por supuesto, la idea no fue del presidente, sino del jardinero", ha bromeado durante la entrevista.

A pesar de los despistes de su marido, la primera dama no pierde la esperanza y declara que para el próximo día de los enamorados, el 14 de febrero, "probablemente disfrutarán de una cena realmente romántica".

Laura Bush ha acudido a la entrevista vestida de rojo, como parte de la promoción de un proyecto de salud del Instituto Nacional del corazón, pulmón y sangre de EEUU. "Todo el mundo sabe que a las mujeres les encantan los vestidos rojos", ha explicado la primera dama de los EE UU. Y es que el rojo es además el color que, según la tradición, deben llevar los enamorados el día de San Valentín.

Lejos de la cocina

"Hace poco, en la Casa Blanca, durante la noche de Honores del Centro Kennedy, llevaba este mismo vestido y había otras tres mujeres con modelos idénticos. Ha reconocido que fue toda una metedura de pata". Ya sea para mantener la chispa del amor o para fomentar una vida saludable para prevenir la contracción de enfermedades como el cáncer, la primera dama ha asegurado en la entrevista que "hace ejercicio tres días a la semana".

Dentro de los hábitos saludables no puede faltar la comida y, aunque Laura Bush ha dicho que le gusta cocinar, también ha confesado que se no mete mucho en la cocina. Curiosamente el presidente estadounidense siempre se ha mostrado abierto a profesar en público sus sentimientos por su esposa y a reconocer lo feliz que se siente por poder tenerla a su lado. El caso es que, tal y como ha bromeado la presentadora del programa, "más le vale (a George Bush) tener algo preparado para este año".