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Reportaje:

“Víctima de bromas y cotilleos poco edificantes”

La esposa de Silvio Berlusconi vuelve a polemizar con su marido desde las páginas de una revista

Verónica Lario, esposa de Silvio Berlusconi, parece hacer caso omiso de la opinión generalizada de los italianos -un 55% censuró su decisión de recurrir a un diario para abroncar a su marido por sus habituales coqueteos con otras mujeres- y vuelve a cargar contra "la falta de estilo" de Il Cavaliere.

En una entrevista concedida a la revista Diva y Donna, la ex actriz, conocida hasta ahora por su discreción y por huir de los medios de comunicación, asegura que su reprimenda en público está de sobra justificada. Y aduce dos motivos. El primero es que Berlusconi es "hoy un político pero no un primer ministro”. Y el segundo, capital para ella, es que considera que ha llegado "el momento oportuno para actuar y no ser siempre víctima de bromas y cotilleos poco edificantes".

Entre esas “bromas” y “cotilleos” a los que se refiere la segunda esposa de Berlusconi está lo ocurrido hace una semana durante una fiesta en Roma. Berlusconi, que acudió a la gala sin su mujer y enseguida entró en estado de euforia, coqueteó con dos mujeres. "Si no estuviera ya casado, me casaría con usted inmediatamente", le dijo a Mara Carfagna, ex starlette televisiva y actual diputada de Forza Italia. "Contigo iría donde fuera", le dijo a Melissa Satta, actual starlette televisiva y novia del futbolista Christian Vieri. Otra de las aludidas por Il Cavaliere fue la venezolana Aida Yespica, conocida en España por su participación en un programa de famosos en televisión.

"Una falta de estilo"

La decisión de Lario de acusar a su marido desde un periódico y exigirle una disculpa pública se debió, según ella misma cuenta, a que el ex primer ministro "no debe nunca faltarle al respeto", y menos en su ausencia. "Dicen que yo no he cometido nunca una falta de estilo que le pudiese perjudicar (a Berlusconi). Para mí y para mi familia he pedido lo mismo. Las cosas ocurridas últimamente, ha lamentado, son sólo la punta del iceberg de una falta de estilo" por parte de su marido.

Horas después de conocerse la carta que Lario le dirigió desde La Repubblica, un diario conocido por su frontal oposición a Berlusconi, el ex primer ministro envió una declaración a los medios, para pedirle perdón, en la que calificó su comportamiento y las palabras dichas en aquella cena como "ocurrencias dichas sin pensar" y "frivolidades de un momento".

Con todo, la imagen de Berlusconi ha salido reforzada del caso Lario y gana popularidad entre los italianos, que le dieron la espalda en las últimas elecciones legislativas. Ahora una encuesta asegura que el 55% desea que regrese al poder.

Silvio Berlusconi y su esposa, Veronica Lario, en Roma en junio de 2004.
Silvio Berlusconi y su esposa, Veronica Lario, en Roma en junio de 2004.ASSOCIATED PRESS

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