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Una boda llena de desconocidos

Una empresa de Tokio se dedica a alquilar familiares y amigos falsos para ceremonias

Con la entrada de la temporada matrimonial en Japón, la empresa Office Agents en Tokio está haciendo su agosto. Y es que les está dando la posibilidad a las parejas para que, en lugar en lugar de optar por una celebración sencilla en tiempos difíciles, lo hagan por alquilar familia falsa, amigos y colegas para inflar la lista de invitados.

Mucha gente en Japón ve las bodas como una celebración formal a la que tiene que asistir tanta gente como sea posible entre familia, amigos y compañeros de trabajo. ¿Pero qué pasa si no tienes a nadie que vaya porque no se lo pueden permitir? "Nosotros vamos a la boda como tu amigo en lugar de tu amigo", contesta el director de Office Agents, Hiroshi Mizutani.

"De repente puede haber un invitado que no pueda ir. O estás preocupado por la diferencia que hay entre la lista de invitados de tu pareja y la tuya. O hay muchos trabajadores temporales ahora y puede no gustarles invitar al jefe", explica Mizutani. Por 20.000 yenes (unos 143 euros), esta empresa ofrece a uno de sus trabajadores para asistir a la ceremonia. Por 5.000 yenes extra esa persona puede cantar o bailar, y si pagas otros 10.000 yenes, esa persona hace un discurso que te hará sentir orgulloso.

Y es que, según Mizutani, con la llegada de la crisis a Japón han aumentado las peticiones de sustitución de compañeros de trabajo. Por otro lado, los clientes buscan a un jefe falso, ya que el verdadero puede que esté demasiado ocupado para asistir tras perder su trabajo.

La empresa tiene alrededor de cien compromisos para bodas al año y cuenta con mil sustitutos para diferentes ocasiones, ya que no sólo cubren bodas, sino también funerales y seminarios de aprendizaje. Incluso ofrece novios falsos para presentarlos a la familia y sustitutas de secretarias para parecer importante.

Lo que caracteriza a los trabajadores de Office Agents es que no destacan. "Lo importante es que son personas normales, en el sentido de que son abiertos, limpios y parece que tengan trabajos corrientes", explica Mizutani. De hecho, según el director a veces ni siquiera la pareja del que contrata se da cuenta de que los invitados de su media naranja son falsos. "La gente es orgullosa y no quiere explicar a su pareja que no tiene muchos amigos".

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