11º mandamiento: no es pecado comprar un Ferrari
El Vaticano y la casa de Maranello discrepan sobre lo que es pecado en la carretera
Cuando se habla de coches de lujo Ferrari parece no estar de acuerdo con el Papa. Hace una semana, el Vaticano publicó una nota en la que enumeraba los pecados relacionados con la carretera. Uno de ellos advertía sobre la posible utilización de los vehículos "como medio para eclipsar a las otras personas y provocar un sentimiento de envidia". El director general de Ferrari ha negado hoy que esto pase (muy a menudo) con sus coches.
Hoy, día del sexagésimo aniversario de la fundación de la casa del caballo rampante, el director general, Amedeo Felisa, ha reconocido que algunos conductores podrían utilizar el coche como símbolo de prestigio, aunque aseguró que la mayoría de las personas que compran un Ferrari lo hace por amor a la conducción.
"A menos que divertirse se haya convertido en un pecado, yo no creo que esto sea malo", ha dicho Felisa en la fiesta por los 60 años de la casa que se ha celebrado en Maranello, la ciudad que vio nacer el primer Ferrari.
La casa de il cavallino, que depende de FIAT, produce uno de los coches más prestigiosos del mundo. El modelo más económico vale más de 100.000 euros. Según Felisa, comprar uno de estos bólidos tampoco es un pecado.