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Un millón y medio de euros por las posesiones de Gandhi

La familia del líder espiritual fracasa en su intento de impedir la venta pública de sus pertenencias, que consideran un insulto para su país

Las maniobras y presiones llevadas a cabo en los últimos días por el Gobierno indio y por la familia de Mahatma Gandhi no han impedido que la casa Antiquorum llevara a cabo la venta, este jueves en Nueva York, de un paquete de objetos personales que pertenecieron al lider espiritual indio (1869-1948). Un coleccionista privado cuya identidad se desconoce ha pagado 1,8 millones de dólares (1.435.000 euros) para hacerse con un par de sandalias, un cuenco, un plato, un reloj de bolsillo y las míticas gafas de Ghandi.

La venta de estos artículos personales, prácticamente las únicas posesiones materiales del padre de la patria india, se ha visto rodeada de polémica desde su anuncio a principios de febrero por parte de la oficina neoyorquina de la casa de subastas suiza. En India consideran esos objetos como patrimonio nacional. Además, la familia Gandhi está indignada. Tushar Gandhi, biznieto del líder de la independencia de India, ha hecho lo posible por evitar la venta. Ha recaudado dinero, ha pedido ayuda al Gobierno indio y ha contactado con todos los medios de comunicación estadounidenses posibles para defender su causa. Se declara "insultado" y apela al amor que los indios profesan a su antepasado. Pero no ha tenido éxito, informa David Alandete.

El director de Antiquorum en Nueva York, Julian Schaerer, señaló antes de la venta que ésta era "una buena oportunidad para que alguien adquiera estos objetos y los ceda a un museo o al pueblo de India".

Esta misma semana el Tribunal Superior de Nueva Delhi dictó una orden para intentar paralizar la venta del lote de objetos, que sin embargo no se ha conseguido. En 1996, un tribunal indio dictó una orden similar con la que la corte logró parar la subasta de unos manuscritos de Gandhi en Londres.

Las gafas de "una India independiente"

El reloj de bolsillo, que Gandhi siempre llevaba colgado de sus ropajes blancos, es de la marca Zenith, y data de 1910. La hora que marca en la foto distribuida por Antiquorum son las 10:10. Ese reloj, con sus números dorados casi desgastados y al que faltan las manecillas de los segundos y de la alarma, representaba para el pacifista indio nacido en Porbandar, "su preocupación por el tiempo y con ser puntual. Siempre lo llevaba en su bolsillo. Se lo dio en la década de los cuarenta a su nieta Abha Gandhi, que fue su asistente por seis años y en cuyos brazos murió", dijeron los expertos de Antiquorum.

Las humildes sandalias fueron, al parecer, entregadas por el mismo Gandhi a un militar británico en 1931 en Aden, durante un viaje desde Bombay a Londres. Según la firma, "el oficial británico tomó fotos de Gandhi en Aden antes de asistir a una ronda de negociaciones sobre la independencia de India, y a cambio él le dio sus sandalias".

En cuanto a otras dos de las piezas que tanta polémica han suscitado en India, como el plato y el cuenco, en los que Gandhi comía, fueron también un regalo a su nieta Abha en la década de los cuarenta del pasado siglo. "Van acompañados de cartas de autenticidad de Ghita Mehta, la hija de Abha y de quien los heredó a su muerte", dijeron los expertos.

Un par de las míticas gafas metálicas y redondeadas, con su estuche de cuero negro, que usaba el pacifista que inspiró a otros activistas, como el estadounidense Martin Luther King (1929-1968), varias décadas después, se cree que fueron un regalo al príncipe y militar indio Shiri

Diwan Nawab, probablemente en los años treinta. La leyenda dice que Ghandi le dijo que a través de ellas había visto "una India independiente".

Gandhi lideró el movimiento independentista de India contra el imperio británico -en su país se le conoce como "el padre de la nación"- y falleció en 1948, asesinado por un fundamentalista hinduista, cinco meses después de la emancipación de su país.

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