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La sombra de una huelga vuelve a planear sobre Hollywood

Los actores y los grandes estudios fracasan en su intento de renovar el convenio laboral que venció el pasado 30 de junio

Pocos meses después del final de la huelga de guionistas que mantuvo paralizada la industria de EE UU entre finales de 2007 y principios de 2008, Hollywood afronta la amenaza de un nuevo parón, esta vez de los actores, mucho más dañino porque paralizaría totalmente y de inmediato a una industria de cine y televisión que todavía no ha podido recuperarse del impacto de la primera protesta.

Esta posibilidad de huelga, que ya recorre la industria estadounidense desde el verano, se ha vuelto más inminente durante las últimas horas después de que tras dos días de reuniones e intensas negociaciones, el sindicato de actores y los grandes estudios no se hayan puesto de acuerdo para renovar el convenio laboral que venció el pasado 30 de junio. El principal caballo de batalla en este tira y afloja entre el Screen Actors Guild (SAG) y los productores es, como también lo fue en el caso de los guionistas, la difusión de películas, series y programas de televisión en Internet. Un suculento pastel del que los escritores ya consiguieron su porción tras la huelga y del que los actores también quieren su parte. Los actores denuncian que ellos ya han cedido en varios puntos para intentar llegar a un acuerdo, mientras que los estudios se muestran inflexibles en sus pretensiones.

Campaña de información

El fracaso de las negociaciones no ha pillado de sorpresa a nadie en Hollywood. De hecho, la junta directiva del SAG, formada por 71 miembros, ya había dado al comité negociador la autorización para iniciar un referéndum para que sus afiliados decidan si van o no a la huelga. Ahora la dirección de la SAG ya ha anunciado que lanzará una campaña de información "a gran escala" para trasladar a todos sus miembros las cuestiones claves de la negociación y cuales son los puntos de desacuerdo con los estudios.

Para que la huelga tenga lugar deberá ser apoyada al menos por el 75% de los votos y será la junta directiva de la SAG la que en última instancia decidirá los términos de la convocatoria. Una huelga que tendría un impacto inmediato paralizando rodajes de películas y series y programas de televisión y cuyo coste para la industria hollywoodiense sería terrible. Mucho mayor que los 2.500 millones de dólares que generó los 100 días de huelga de guionistas.

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