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Hilary Swank alega ignorancia para justificar su presencia en Chechenia

La actriz envió un comunicado en el que pide disculpas por participar en la fiesta del presidente Kadírov.- Asociaciones de derechos humanos pidieron a los artistas que no acudieran a la cita

Hilary Swank ha pedido perdón. Tras el escándalo surgido por su asistencia a un concierto en Chechenia organizado por el presidente Ramzán Kadírov, acusado de violaciones a los derechos humanos. La fiesta coincidió con el 35 aniversario del líder checheno, pero la actriz ha alegado que no sabía que lo que se celebraba era su cumpleaños. "Si hubiera sabido lo que se festejaba en realidad nunca habría ido", ha dicho a modo de disculpa. Pero durante la fiesta, Swank declaró: "La pasión del gobierno checheno para crear la paz y hacer algo hermoso me emociona".

Ahora rectifica. "Me arrepiento profundamente de haber asistido a este evento", escribe Swank en un comunicado que llega después de que varias organizaciones de defensa de los derechos humanos pidieran que los artistas que aceptaron la invitación devolvieran sus honorarios. "Si hubiera sabido lo que se celebraba en realidad, nunca habría ido".

"Si hubiera sabido lo que aparentemente se celebraba en realidad, nunca habría ido", declara ahora la intérprete
En la fiesta, Swank declaró: "La pasión del gobierno checheno para crear la paz y hacer algo hermoso me emociona"
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Pero el problema que ven los activistas pro derechos humanos no es qué se celebraba, sino quién invitaba a la fiesta.

Kadírov es un antiguo soldado rebelde separatista que ha hecho alarde públicamente de haber matado por primera vez a un soldado ruso cuando tenía 15 años. En 2007, el Kremlin lo eligió para presidir la república chechena. Durante su gobierno se ha asesinado brutalmente a una larga lista de críticos de las políticas de Kadírov, pero este siempre ha negado estar envuelto en las matanzas.

Cuando comenzó a preparse la fiesta y varios artistas fueron invitados, las ONG comenzaron una campaña para explicarles los excesos de los que se acusa al régimen checheno. Por eso, la cantante Shakira anunció que no iría. Sin embargo, sí asistieron Jean Claude Van Damme, gran amigo de Vladímir Putin, la violinista Vanessa Mae y Swank. La ONG Human Rights Watch los criticó fuertemente, acusándoles de "trivializar el sufrimiento de las incontables víctimas de abusos de los derechos humanos".

Ramzán Kadírov, junto a Jean-Claude van Damme y Hilary Swank, en la fiesta de Grozni.
Ramzán Kadírov, junto a Jean-Claude van Damme y Hilary Swank, en la fiesta de Grozni.AFP

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