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Reportaje:

Hollywood sacude el mercado inmobiliario de Los Ángeles

Las estrellas mantienen viva la compra-venta de viviendas en Los Ángeles y obtienen récords de precios en época de crisis

Ni las estrellas de Hollywood se libran del consejo económico más viejo del mundo: Si tienes algo de dinero, cómprate una casa. En estos tiempos de crisis económica, todavía más profunda en el mercado inmobiliario, muchos dudan de que siga siendo una buena recomendación. Lo único seguro es que si alguien tiene dinero para la inversión, esas son las estrellas. Un ejemplo del dinero fresco es la mansión que se compró Robert Downey Jr. no hace ni un año y que con un valor de 4 millones de euros fijó un nuevo récord en el mercado inmobiliario del bohemio barrio de Venice Beach. "Claro que estamos todos interesados en el mercado inmobiliario", subraya Diane Keaton sin separar estrellas de meros mortales.

La diferencia es que sólo las estrellas, especialmente esas al alza, tienen el dinero. A la fortuna de ese nuevo rico en el que Downey Jr. se ha convertido hay que sumar la de Ryan Murphy, que con el dinero todavía caliente que le proporciona el éxito de Glee invirtió en la compra de esa mansión estilo español que le vendió la Annie Hall de antaño. El precio exacto se desconoce pero la casa colonial de 1927 situada en Beverly Hills y con siete dormitorios y siete cuartos de baños salió a la venta inicialmente por cerca de 9,5 millones de euros y su último precio fue de 8 millones de euros. Keaton también vendió por 7,8 millones de euros la mansión del compositor Alfred Newman diseñada por Frank Lloyd Wright en la costera área de Pacific Palisades tras un trabajo de remodelación de dos años. Porque como asegura la actriz, uno de los agentes inmobiliarios más activos de Hollywood, lo suyo no es sólo la inversión. Es su deseo de devolver a California las joyas arquitectónicas que el estado ni sabe que tiene. "Lo mío con las casas es una adicción", confiesa de un interés más temprano que el cine que adquirió de esos paseos con su padre, ingeniero civil, a ver hogares en venta. Ahora es parte de la Asociación por la preservación arquitectónica de Los Ángeles y su mayor lamento es no haber llegado a tiempo para salvar de los especuladores mansiones como la que disfrutaron Antonio Banderas y Melanie Griffith en el barrio de Brentwood, esa en la que anteriormente vivió Michelle Pfeiffer con David E. Kelly y que desapareció para dejar paso a un nuevo complejo de viviendas.

Y es que incluso las todopoderosas (económicamente hablando) estrellas sufren la crisis del mercado. Ni el nombre del legendario Dennis Hopper ni el del arquitecto de moda, Frank Gehry sirven de mucho a la hora de vender la mansión del primero que diseñó el segundo. A pocos meses de la muerte del actor este complejo arquitectónico con múltiples viviendas separadas tuvo que reducir dos veces su precio hasta los 3,5 millones de euros por los que se vende en la actualidad. Y en el caso de la mansión de Angélica Huston, esa que diseño su marido, el fallecido escultor Robert Graham y que incluye un estudio de cinco pisos de altura, el precio también se ha visto reducido a 13 millones de euros, cifra desorbitante en un mercado como el de Venice Beach donde el precio medio de una casa normal está en los 500.000 dólares, una caída de casi el 50% con respecto al cerca del millón de euros por que se vendía una propiedad similar hace sólo un año. Pero en una casa normal no ha vivido una estrella.

Mansión del exclusivo barrio de Beverly Hills
Mansión del exclusivo barrio de Beverly Hills

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