Investigado por lavado de dinero el comprador de la casa del príncipe Andrés y Sarah Ferguson
Un millonario kazajo pagó en 2007 casi cuatro millones más de lo fijado por la propiedad
La historia de la venta de la casa en que vivieron el príncipe Andrés y Sarah Ferguson se está volviendo cada vez más oscura. La Justicia suiza ha abierto una investigación por un presunto delito de lavado de dinero al millonario kazajo Timur Kulibayev, quien la compró en 2007, y al que se acusa de haber utilizado los bancos del país alpino para blanquear más de 400 millones de euros.
A pesar de que Kulibayev niega rotundamente las acusaciones, los cargos de corrupción en su historia no son nuevos. El multimillonario trabajó entre 2000 y 2005 en el Ministerio del Petróleo de Kazajstán y desde esa época ha tenido que cargar con acusaciones que aseguran que se ha enriquecido gracias a la venta de varias compañías estatales de petróleo y gas.
De hecho, la compra de la casa del duque de York, conocida con el nombre de Berkshire, fue una más de las polémicas protagonizadas por Kulibayev, quien además es yerno del presidente kazajo. A pocos meses de consolidarse la transacción, los medios británicos publicaron que el misterioso comprador pagó 15 millones de libras por la casa, siendo su precio inicial de 12 millones. Además, la propiedad llevaba cinco años en venta y no existían otros interesados en la operación.
La venta fue presentada como un trato entre amigos, ya que Kulibayev conoció privadamente al príncipe Andrés a través de su novia, Goga Ashkenazi. Ella misma contó hace unos meses a la revista Hello! que fue el nexo entre el duque y su pareja y aclaró: "Se trató de una venta de propiedades como cualquier otra que se realiza entre buenos amigos".
Sin embargo, desde su venta en 2007, la mansión de 12 habitaciones ha permanecido abandonada. Nadie la ha habitado ni se ha preocupado de su mantenimiento, así que poco a poco se está convirtiendo en una ruina.
Kulibayev nunca ha dado ninguna explicación sobre el motivo que le llevó a realizar la compra. Varias fuentes han asegurado que se trató de un favor al príncipe Andrés, quien frecuentemente viaja a Kazajstán en su papel de representante especial de Reino Unido para la industria y el comercio. Su última visita personal a Kulibayev la realizó en abril de este año.
El palacio de Buckingham no ha querido referirse a la investigación sobre el comprador de la casa del príncipe Andrés, ya que considera la transacción como "una venta privada entre dos conocidos".
