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Reportaje:gente

Una boda de dos 'oscars'

Penélope Cruz y Javier Bardem anuncian su matrimonio tras la euforia del Mundial

Jesús Ruiz Mantilla

Ya que nos escamotean las fotos y el beso a la novia, la imaginación es libre para que cada uno se haga su película. Podemos conformar por nuestra cuenta el menú de la boda del año entre Penélope Cruz y Javier Bardem en Bahamas. Habrá corrido el jamón. También el ajo que él consumía para el vigor sexual en la película de Bigas Luna que les dio a conocer. Y en lo alto de la tarta, se juega uno los cuartos de la porra del Mundial a que lucían dos muñequitos oscar vestidos de novios.

"Penélope, ¿deseas a Javier por esposo en la riqueza -mucha- y la pobreza; en la salud -a raudales, gracias a Dios- y en la enfermedad?" Y ella contestó: "Sí, quiero".

Resulta curioso el timing. Del enlace ultrasecreto de estas dos superestrellas españolas globales, multipremiadas, multideseadas y multiconsentidas nos vamos a enterar ayer. No el sábado, ni el domingo, ni el lunes... Del bodorrio mediático del año vamos a tener noticia justo ayer, 14 de julio. Los cerebros del impacto mediático que les rodean -o ellos mismos, quién sabe- no temían que la conmemoración de la toma de la Bastilla les robara foco.

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No, no. Lo querían todo para ellos, absolutamente todo. Que el orbe se enterara y les diera su bendición. Pero de haber trascendido la noticia dos o tres días antes, ¿a quién le hubiese importado un carajo cuando La Roja robaba todos los titulares, cuando Iniesta acribillaba la portería de ese sucio equipo de rugby merecedor del escarnio y la humillación por los siglos de los siglos que fue Holanda?

Así que del cuento aquel de mírame y no me toques; de ay, vamos a mantenerlo todo en secreto, desconfíemos. Más bien pensemos en la secuencia urdida. "Filtrémoslo el martes", habrán decidido. Cuando la resaca del triunfo de la selección les iba a venir de perlas y no se iba a hablar de otra cosa.

Bien asesorados, sí señor. Lo han clavado. Ayer recorrió las webs, los medios y los foros. Ha sido un romance largo, de ida y vuelta, de encuentros, reencuentros, amores tórridos y corazones destrozados por medio. Un viaje intenso hacia la cima desde que adolescentes se encontraron en Jamón, jamón. Saltaban chispas desde la pantalla en aquel bautizo estelar de los dos actores españoles superdotados de su generación. Dos madrileños de pura raza. De tronío y fibra. Algo así como la folclórica y el torero de antaño pero con mucho sex appeal.

Desde entonces se centraron en su carrera dentro y fuera de la patria. También en los romances. Ella con estrellas vistosas de Hollywood, desde Matt Damon, Orlando Bloom, Olivier Martinez y Mathew McConaughey a Tom Cruise... Él con Belén Rueda y otras parejas desconocidas y discretísimas como Cristina Payés. Ella de la mano de Almodóvar y él no. Hasta que Woody Allen volvió a aprovechar esa electricidad para su fallida Vicky Cristina Barcelona. En aquella comedia ñoña los únicos momentos en los que merecía la pena abrir los ojos era cuando estas dos fieras se echaban los trastos a la cabeza.

Ahí recomenzó el romance y también la paranoia. Sobre todo cuando a Penélope Cruz le preguntaban por lo suyo desde la cutre basura televisiva a medios de referencia como The New York Times, Vanity Fair o EL PAÍS y no le dolían prendas a la hora de comparar el atrevimiento de los reporteros al periodismo más rastrero.

Cuando las cosas se llevan sin naturalidad, arrecia el morbo. Con lo alegre y lo bonito que fue verles juntos por primera vez en los pasados Oscar -con ella de candidata por Nine- y después de Cannes -donde él triunfó con Biutiful-. Pero todo pasa. Hasta los caprichos y las malas formas. Esta vez han buscado el foco, aunque sea de manera sutil y encubierta. Querían espacio en los periódicos, en las teles, en las radios y en Internet. Por eso han esperado el momento justo. Competir con el beso de Casillas a Sara Carbonero -¡qué momento de película, ese cancerbero Cary Grant y su chica!- hubiese sido misión imposible. Finalmente, se nos han casado y el mundo se ha dado por enterado. Esperamos que las felicitaciones que les lleguen de todas partes del mundo no les corten el rollo con esa alergia que han tenido a mostrarse como dos tortolillos en público.

Otra boda. La vida sigue. Tampoco es para tanto. ¿O sí?

Javier Bardem y Penélope Cruz, en California el pasado mes de abril.
Javier Bardem y Penélope Cruz, en California el pasado mes de abril.ENFOQUE
Los actores en su primera y en su última película juntos: <i>Jamón, jamón </i><b>(1992)</b>, de Bigas Luna, y <i>Vicky Cristina Barcelona </i><b>(2008)</b>, de Woody Allen.
Los actores en su primera y en su última película juntos: Jamón, jamón (1992), de Bigas Luna, y Vicky Cristina Barcelona (2008), de Woody Allen.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.
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