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Eduardo Angeloz, candidato presidencial de los radicales argentinos

Apodado 'El pocho', como Perón, es elegido por el partido de Raúl Alfonsín para plantar cara a los peronistas

La Unión Cívica Radical, UCR, en el poder, eligió el domingo al gobernador de la provincia de Córdoba, Eduardo César Angeloz, como candidato a la presidencia argentina cuando finalice el mandato del actual presidente, Raúl Alfonsín, en 1989. Angeloz ganó la interna radical con el 88% de los votos, contra un 12% de su único competidor, el senador por El Chaco, Luis León. Como estaba previsto, la elección radical fue un mero trámite y sólo un 30% de los votantes de la UCR acudieron a las urnas, cuyo resultado estaba claro de antemano. La atención argentina ahora se centra sobre la interna peronista del próximo sábado que designará al candidato opositor.

¡Vaya apodo para un antiperonista confeso! A Eduardo César Angeloz, el actual gobernador de la provincia de Córdoba y candidato de la Unión Cívica Radical (UCR) para suceder a Raúl Alfonsín en las elecciones generales de 1989, la familia y los amigos le dicen El Pocho. Así llamaba el pueblo a Juan Domingo Perón.Pero acaso sean esos ingredientes, la blanca leche de su pasión y la contradictoria mezcla de distintos sacos de harinas ideológicas, los que han amasado, al fin, a este político de 57 años que usa gafas del tiempo en el que la moda era el tupé, que aún mantiene.

Un mes después de que los militares derrocaran al segundo Gobierno constitucional que presidía Perón, en septiembre dé 1955, Angeloz, entonces presidente del Comité de la Juventud de la Unión Cívica Radical de Córdoba fue designado secretario privado del nuevo ministro de Obras Públicas de esa provincia.

Catorce años más tarde, en 1969, Angeloz fue uno de los redactores del documento final del congreso provincial de estudio y actualización doctrinaria de su partido. El texto decía: "El radicalismo buscará la solución para el país con las fuerzas armadas, sin las fuerzas armadas o contra las fuerzas armadas si es menester. Al pueblo le queda sólo la salida revolucionaria que no espera la transformación de la vieja estructura: la destruye".

La 'línea Córdoba'

Unos días antes de otro golpe de Estado, el que en marzo de 1976 asestó la Junta encabezada por el general Jorge Videla, Angeloz estimaba: "La actual cúspide militar es la más inteligente de los últimos 30 años". La buena relación con esa camarilla militar continuó luego con el general Luciano Menéndez, encargado de la represión en Córdoba. Cuatro años después, en 1980, Angeloz aseguraba: "El radicalismo no está apresurado por las elecciones".A estas alturas ya se puedeadelantar una conclusión: Angeloz no hubiera sido el candidato elegido si el radicalismo no hubiera perdido las elecciones legislativas del pasado 6 de septiembre, donde retuvo el control en sólo dos provincias; una de ellas, Córdoba. Angeloz representa a la llamada línea Córdoba de la UCR. Esa corriente, junto con la del Movimiento de Renovación y Cambio, con base en la provincia de Buenos Aires, son las dos grandes raíces tradicionales de la Unión Cívica Radical. En Córdoba fue reelecto Angeloz. En Buenos Aires, el candidato Juan Manuel Casella perdió por escaso margen ante el peronista Antonio Cafiero. Ahora, integran la fórmula elegida y bendecida por Alfonsín para 1989.

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El binomio Angeloz-Casella no es, entonces, el resultado de una lucha interna en su partido y en la que ambos candidatos hayan triunfado. Es la consecuencia de una derrota electoral sufrida por el radicalismo en el poder. Exactamente lo contrario de lo que ocurrió cuando Alfonsín fue consagrado candidato en1983. Y si aún la paradoja no resultara tan evidente, basta recordar que en aquel momento el peronismo afrontaba la elección luego de un forcejeo entre dirigentes del que no participaban los afiliados.

No sólo el apodo y los métodos peronistas empujan hacia la derecha la imagen de Angeloz. También sus, ideas. Sus pares, desplazados del poder en la conducción del partido, le consideran un representante del ala neoliberal. Es un convencido de la necesidad de abrir la economía y , reducir el papel del Estado.

Casado, padre de tres hijos, el actual gobernador de Córdobaestuvo empleado durante años en un concesionario de automóviles, fue senador provincial y luego nacional. El año pasado, en un mítin, lanzó un grito que oyó todo el país: "¡A mí no me van a copar los zurdos [izquierdistas]!". Sin embargo, Angeloz se ha destacado en esta campaña previa por su discurso pragmático, que adapta a las ideas predominantes.

Ahora insiste, día tras día, en la necesidad de dar "modernización" económica a Argentina y advierte que "cueste lo que cueste" no le va a hacer perder al país el tren de la que define como "tercera revolución social".

Hace dos meses sostuvo una polémica pública con el canciller Dante Caputo, a quien acusó de comprometer al país con el Movimiento de Países no Alineados cuando, según Angeloz, Argentina debe sentarse de igual a igual a la mesa de las naciones más desarrolladas. En respuesta, el canciller declaró que "ya no podemos soñar con ser ricos, hay que aceptar la realidad y trabajar sobre ella".

Es posible que, detrás del evidente tono liberal que tensa el discurso de Angeloz, se oculte un temor puramente electoral. El presidente que suceda a Raúl Alfonsín será, seguramente, el que esté en mejores condiciones de pactar con alguna de las otras dos fuerzas que salieron de las elecciones generales tras comprobarse que ninguna de ellas ha alcanzado el 51 % de los votos que exige la ley.

En este caso, descartado el peronismo, Angeloz tendrá que aliarse con la unión de la derecha, con los que tiene ideas afines y proyectos en común.

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