Un grupo integrista asesina a 15 civiles y secuestra a otros cinco en Argelia
Los argelinos cada vez tienen menos dudas. El Grupo Islámico Armado (GIA), supuestamente responsable de la mayoría de las masacres de civiles en Argelia, va a repetir la estrategia del año pasado y convertir el mes santo de los musulmanes en un auténtico baño de sangre. Durante el último Ramadán asesinaron a 430 personas. Esta vez, cuando aún no ha comenzado ni siquiera el periodo del ayuno obligatorio (se inicia a finales de diciembre), ya hay 105 muertos; 90 hace seis días y 15 este fin de semana.El diario argelino Liberté daba cuenta en su edición de ayer de los detalles de esta nueva matanza. Se produjo en El Bordj, en la provincia de Tlemcen, a 440 kilómetros al oeste de Argel. Los 15 muertos, todos civiles, fueron arrancados de sus casas por el comando y degollados con cuchillos en medio de la calle. Otros cinco aldeanos fueron secuestrados. No se sabe nada sobre su suerte.
La situación en el país es tensa, aún no recuperado del todo del denunciado fraude en las elecciones municipales del 23 de octubre. Hasta el punto de que el diario Le Matin se atrevió ayer a exigir en su editorial al presidente Liamín Zerual un mayor compromiso en la lucha antiterrorista: "El Gobierno no dice nada mientras que los asesinatos hablan a gritos", dice una de las frases escritas por el editorialista. El Gobierno, sin embargo, calla. No hay reacción. No hay ni siquiera información oficial. Las matanzas son casos aislados.
Los 15 muertos de El Bordj no fueron los únicos de los que se tuvo ayer noticia. En el sur, el Ejército dio muerte a seis supuestos integristas. Hubo un muerto más en Tlemcen: un hombre de 65 años abatido por pistoleros.
