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Reportaje:Elecciones directas en Panamá tras 16 años de régimen militar / 2

Arnulfo Arias, el último caudillo vivo de América

Antonio Caño

ENVIADO ESPECIAL La principal fuerza de oposición en Panamá presenta como candidato a las elecciones presidenciales del próximo domingo al último caudillo vivo de América Latina. Arnulfo Arias Madrid nació en la ciudad panameña de Penonomé, capital de la provincia de Coclé, el 15 de agosto de 1901. Tiene, pues, 83 años. Pertenece a la gene ración de los Perón, Velasco Ibarra, Belaúnde Terry... y aspira a su cuarta presidencia. De las tres anteriores fue derrocado por sendos golpes de Estado; el último de ellos encabezado por el general Omar Torrijos.

Arnulfo Arias es un ca.so único de supervivencia política. A su edad, con, dificultades para hablar y para moverse, sigue siendo, por tradición, por su lenguaje simple y populista, el líder más carismático de Panamá, al que siguen los campesinos del interior del país y los pobladores de los suburbios más pobres de la ciudad de Panamá. Su ideología y la de su Partido Panameñista Auténtico es una amalgama de conservadurismo, anticomunismo y nacionalismo. Su prestigio está fundamentado aún en dos importantes decisiones políticas tomadas en sus anteriores mandatos: la instauración del seguro social y la concesión del voto a la mujer. Además, los tres golpes de Estado de que fue objeto y las sucesivas condenas a cárcel y exilio le han conferido una imagen heroica transmitida de generación en generación. Muchos jóvenes confiesan que votarán por él porque antes lo hicieron sus padres y sus abuelos. La última vez que llegó al poder, en 1968, fue derrocado después de 11 días de gobierno. Su máxima duración en la presidencia fue de poco más de un año. La persona de Arnulfo Arias es centro permanente de polémicas y leyendas. Se le acusa de un pasado nazi, que sus seguidores desmienten, pero que confirma la comunidad judía de Panamá, atribuyéndole implicaciones en una matanza de judíos durante la segunda guerra mundial.El primer golpe del que fue víctima, en 1941, estuvo directamente relacionado con su autorización para que la flota nazi cruzara el canal de Panamá, lo que molestó profundamente a Estados Unidos, que se preparaba entonces para intervenir en la segunda guerra mundial. Los comentaristas más imparciales consideran que la relación de Arias con el nazismo no pasó, en todo caso, del encanto temporal que esta ideología le causó cuando era embajador en Alemania. Se le atribuye también su pertenencia a la Orden de la Rosacruz, lo que desmiente Carlos Rodríguez, candidato a la primera vicepresidencia con Arnulfo Arias y mano derecha del anciano líder. Arnulfo Arias interviene durante esta campaña en un mitin por día. Sube a la tribuna entre el delirio sincero de los asistentes muchos de ellos negros y mulatos, para traer, durante 10 minutos escasos, recuerdos de sus etapas presidenciales o lanzar durísimas acusaciones contra los que han gobernado los últimos 16 años.

En un mitin en Ocú, Arias afirmó: "Dios nos ha dado suficiente inteligencia, y nos ha dado piernas, ojos y brazos para trabajar pero no para robar. Y por eso tenemos el ejemplo de esa justicia divina, del difunto que murió contra una montaña", en una clara alusión al accidente aéreo en el que perdió la vida el general Torrijos.

Apartado de los periodistas

Sus jefes de campaña le mantienen apartado de la Pxensa. Toda la explicación pública del arnulfismo corre a cargo de Carlos Rodríguez, quien se reconoce como la persona elegida para suceder al caudillo y a quien sus rivales no perdonan su descendencia española. "Me critican por pronunciar alguna zeta o alguna ce, porque no pueden acusarme de ser un ladrón", comenta. Carlos Rodríguez, licenciado en Economía por la universidad norteamericna de Harvard, asegura que "el país está inundado por la corrupción y ya ni siquiera hay confianza en la corte de justicia" y cree que el candidato oficialista, Nicolás Ardito Barletta, "representa el continuismo".

Rodríguez, candidato de la Alianza Democrática de Oposición, una coalición de derechas cuyo soporte es el Partido Panameñista de Arnulfo Arias y su principal respaldo el Partido Democristiano de Ricardo Arias Calderón, candidato a la segunda vicepresidencia, defiende una economía de libre mercado y reivindica el apoyo de EE UU.

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La candidatura de Arnulfo Arias cuenta con grandes posibilidades de ganar las elecciones del domingo. No dispone de cuadros tan preparados como los del partido oficial y no presenta una alternativa política coherente pero tiene la opción de aprovecharse, como único partido importante de la oposición, del malestar en numerosos sectores por 16 años de régimen militar.

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