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Acuerdo en la UE para dar sólo un apoyo político a Barroso

El nombramiento legal depende de la ratificación del Tratado de Lisboa

Andreu Missé

Los líderes de los Veintisiete sólo darán su apoyo "político" al conservador José Manuel Durão Barroso para que siga al frente de la Comisión Europea otros cinco años. El Consejo Europeo, que se celebrará hoy y mañana en Bruselas, abordará otros asuntos: las garantías al Gobierno de Dublín para que convoque un nuevo referéndum para ratificar el Tratado de Lisboa, los fundamentos de la supervisión financiera, la inmigración ilegal y el cambio climático.

Los líderes se resisten a nombrar legalmente a Barroso ahora de manera vinculante por temor a que la decisión pueda ser impugnada posteriormente por "vicio de forma". Si el nombramiento legal se realizara ahora, debería hacerse basándose en el Tratado de Niza, actualmente vigente, que establece un número de comisarios inferior al menos en uno al número de Estados. Es decir, con Niza, como mínimo un país perdería su comisario, mientras que si entrase en vigor el Tratado de Lisboa, con un acuerdo del Consejo todos los países podrían continuar con su comisario.

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Fuentes jurídicas comunitarias advierten de que en el mismo artículo del Tratado de Niza que regula el nombramiento del presidente de la Comisión se establece la designación de los miembros de la Comisión. Es decir, resultaría fácilmente impugnable la separación de ambas decisiones y nombrar ahora al presidente y, tras la ratificación del Tratado de Lisboa, a los comisarios.

Varios Estados miembros han advertido de que el nombramiento ahora de Barroso supondría una ventaja para Portugal, que ya tendría garantizado su comisario y, por tanto, podría ser impugnado legalmente por el país que lo perdiera. El nombramiento legal de Barroso por parte de la Comisión es necesario para que pueda someterse a votación en el Parlamento Europeo en julio.

Tras las pasadas elecciones europeas, en las que el Partido Popular Europeo (PPE) obtuvo una amplia victoria (264 diputados), Barroso anunció su voluntad de presentarse a un segundo mandato. En aquel momento expresó cierta urgencia para que el nombramiento se hiciera cuanto antes, lo que implicaba que fuera de acuerdo con el Tratado de Niza.

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Se da la circunstancia, además, de que el tratado en vigor es menos exigente para nombrar al presidente de la Comisión, al requerir sólo la mayoría de los diputados presentes en la votación, mientras que el de Lisboa precisa la mayoría de los miembros de la Cámara, es decir, 369 votos.

Candidatos alternativos

El PPE y los otros 60 conservadores británicos, checos y polacos y parte de los liberales (en total, 80) no tienen segura la mayoría exigida en Lisboa. El presidente de los socialistas europeos, Poul Nyrup Rasmussen, y el líder de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, ya han expresado su rechazo a Barroso, aunque en Bruselas todo es negociable. Candidatos alternativos son Rasmussen, el ex canciller austriaco, el conservador Wolfgang Schüssel, o el ex primer ministro belga, el liberal Guy Verhofstadt.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, han anunciado el apoyo político a Barroso y le han pedido que presente un programa de su próximo mandato. El presidente de la Comisión presentará hoy su programa a los jefes de Estado y de Gobierno, que discutirán sobre su contenido.

Por otra parte, los líderes aprobarán las garantías concedidas a Irlanda para que el Gobierno de Dublín convoque un nuevo referéndum. El primer ministro irlandés, Brian Cowen, debería anunciar en la cumbre la fecha del referéndum, que podría adelantarse a final de septiembre. El presidente checo advirtió ayer de que las garantías ofrecidas a Irlanda podrían crear problemas al marco legal de su país.

El presidente de la Comisión, Durão Barroso, y el presidente checo, Vaclav Klaus, en Bruselas.
El presidente de la Comisión, Durão Barroso, y el presidente checo, Vaclav Klaus, en Bruselas.REUTERS

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