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Argentina recuerda el golpe militar en su 30 aniversario

Kirchner pide construir un país "con memoria" pero "sin odio"

24 de marzo de 1976. Una junta militar encabezada por el general Jorge Rafael Videla asume el poder en Argentina derrocando al Gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón. Tras esa fecha, los argentinos vivieron una sangrienta dictadura que no tuvo fin hasta el año 1983. Miles de muertos y desaparecidos -de 9.000 a 30.000, según cifras de diversos organismos- quedaron como triste herencia. Hoy, al cumplirse 30 años del golpe militar, Argentina recuerda esa faceta de su historia. El presidente, Néstor Kirchner, ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que ese día sirva de reflexión y ha pedido que no se olvide, pero que tampoco haya odios ni deseos de venganza.

No olvidar

Tres décadas después, el país afronta una oportunidad histórica de hacer justicia por los crímenes sangrientos de la última dictadura militar, deuda pendiente que la sociedad no olvida aunque hayan transcurrido décadas de impunidad. El giro de timón en materia de derechos humanos que supuso hace tres años la llegada de Néstor Kirchner, representante de una generación diezmada por la dictadura, allanó el camino para la reapertura de causas judiciales contra los represores.

La búsqueda de justicia por las atrocidades cometidas por el Estado durante el régimen militar (1976-1983) vio la luz a poco del retorno a la democracia, cuando el entonces presidente Raúl Alfonsín impulsó el juicio a las juntas militares que concluyó en 1985 con la condena a los jerarcas por homicidio, tortura, robo y otros delitos. Pero fuertes presiones desde el sector castrense conminaron al Ejecutivo a impulsar en el Parlamento la aprobación de la ley de Punto Final, en 1986, y la de Obediencia Debida, en 1987, que libraron de juicio a un millar de militares y policías que actuaron en la guerra sucia.

Entre 1989 y 1990, y bajo el pretexto de "reconciliar y pacificar" a la sociedad, el presidente Carlos Menem firmó una decena de decretos de indulto que beneficiaron a unos 300 jefes del régimen militar y de agrupaciones guerrilleras. Años despúes, tras su llegada al poder, Kirchner pidió perdón en nombre del Estado por el silencio ante las "atrocidades" de la dictadura, se comprometió a abrir los archivos oficiales e impulsó la anulación de las "leyes del perdón" por parte del Parlamento y la Corte Suprema.

La Plaza de Mayo

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Frente a la Casa Rosada, en la Plaza de Mayo, tendrán uno de los los principales actos para recordar el golpe. Las madres, conocidas en todo el mundo por su lucha para recuperar a sus desaparecidos, comenzarán a caminar en círculos para reclamar por el paradero de los suyos.

Después de tres décadas, los jóvenes argentinos afrontan el aniversario entre la apatía y la curiosidad. El tema sale en ocasiones en las escuelas, pero la historia se pierde en los libros de texto. Los colectivos que reúnen a los hijos de los desaparecidos, que bajo la consigna "No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos", piden que este capítulo de la vida en Argentina se enseñe en los colegios. Con motivo de los 30 años del inicio de la dictadura, el Ministerio de Educación argentino publicó un libro con "ejercicios de memoria", para que el tema sea tratado en todas las escuelas del país mediante diferentes actividades.

En 1982, cientos de madres se manifestaron para exigir al Gobierno militar una respuesta sobre los miles de desaparecidos entre 1976 y 1979.
En 1982, cientos de madres se manifestaron para exigir al Gobierno militar una respuesta sobre los miles de desaparecidos entre 1976 y 1979.EFE

Cuenta pendiente

El paso siguiente que tiene Kirchner ahora mismo entre manos es la anulación de los indultos para los jerarcas de la dictadura, que ya han sido declarados inconstitucionales por algunos jueces de primera instancia. La anulación de los indultos podría ser el epílogo de la lucha de los organismos de derechos humanos bajo el lema "ni olvido ni perdón", consigna que fue abrazada en forma dispar por la sociedad argentina durante estos 30 años.

Pero el presidente argentino ha reafirmado hoy que deja en manos del Poder Judicial la decisión de declarar la nulidad de los indultos. "Nadie puede pedir que un decreto derogue a otro", ha dicho. En su discurso, Kirchner ha exhortado a la Justicia a que se pronuncie sobre esos decretos que "chocan con la República".

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