Asad destituye a un tercer gobernador de Siria

El presidente Bachar el Asad destituyó ayer al gobernador de la provincia de Hama, Ahmed Jaled Abdulaziz, sin explicar los motivos del cese. Es el tercer gobernador que pierde el cargo -los de Deraa y Homs le precedieron- después de la masiva manifestación que el viernes congregó en Hama a decenas de miles de vecinos que exigían el final del régimen.

Ni la retirada de las tropas y matones a las órdenes del Gobierno de algunas ciudades, ni el permiso para que líderes opositores se reunieran en Damasco esta semana, ni las promesas de reformas políticas aplaca la ira de gran parte de la población. Cientos de miles salieron a las calles el viernes. En la norteña provincia de Idlib murieron 14 personas, según organizaciones de derechos humanos. Otras 10 perecieron a manos de las fuerzas de seguridad en Homs, Damasco y Latakia. Las organizaciones de activistas aseguran que más de 1.300 personas han fallecido desde que la revuelta contra el régimen empezara hace casi 14 semanas. A comienzos de mes decenas de civiles murieron en Hama durante una manifestación reprimida a tiros. En esta ciudad, en 1982, Hafez el Asad, padre del actual presidente, aplastó una revuelta islamista contra el régimen del partido Baaz matando a entre 10.000 y 20.000 personas.

Las promesas del Gobierno no convencen a los manifestantes. Y a muchos de ellos tampoco la conferencia que 50 dirigentes opositores tienen previsto celebrar el 10 de julio para esbozar una nueva Constitución y allanar el camino para unas elecciones democráticas. Quienes se juegan la vida en las protestas desconfían de esa convención porque ha sido autorizada por el régimen.