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Los serbios autorizan ayuda por carretera a Sarajevo

Ramón Lobo

La partida ya está donde le gusta a Radovan Karadzic, líder de los radicales serbios de Bosnia. Tras seis horas de negociaciones en Pale, capital política de los serbobosnios, la enviada especial del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para la antigua Yugoslavia, Anne Willem Bijleveld, informó ayer de que había "obtenido el acuerdo de las autoridades serbias para la reanudación del flujo de la ayuda humanitaria por carretera a Sarajevo".

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Mark Cutts, portavoz de ACNUR en Sarajevo, no pudo precisar cuándo comenzará la operación de abastecimiento a la ciudad ni cuántos convoyes incluye el acuerdo de Pale. "Si nos dejan meter uno, meteremos uno; si nos dejan 10, meteremos 10". Hay dos síntomas muy poco alentadores: los convoyes humanitarios a Zepa y Gorazde siguen atascados, tres días ya, en puestos de control serbios en Bosnia bajo toda suerte de excusas. El único convoy, formado por dos blindados, que ha logrado pasar es el que llevaba raciones para 10 días para los soldados ucranios que protegen Zepa.El doctor Karadzic, como le llama la ONU, ha garantizado la seguridad de los conductores de estos convoyes, que serán escoltados por los serbios a través de su territorio (llidza sobre todo).

El aeropuerto, pese a ser la vía de entrada del 50% de la ayuda humanitaria que consumía Sarajevo este año, o del 80% en 1994, no estuvo en la mesa de negociaciones. Ahora, ACNUR tratará de transportar a Sarajevo desde la base de Metkovic, en la costa croata, unas 6.000 toneladas mensuales en 60 convoyes de 12 camiones cada uno.

Si durante seis horas de negociaciones no se habló del aeropuerto ni del reanudación del suministro de gas, electricidad 0 agua a los más de 300.000 habitantes de la ciudad, ¿de qué se habló? La insistencia de esta pregunta en la rueda de prensa celebrada ayer logró irritar a los portavoces de la ONU.

La ruta alternativa a la que une Kiseljak y Sarajevo es el monte Igman, donde en los últimos días se han incrementado los ataques contra los blindados de Unprofor. Igman se mantiene como la única vía posible de entrada o salida de Sarajevo. Su funcionamiento es vital para la ciudad, pues es la arteria que le da de comer. Los serbios enraizados en el barrio de llidza y en Gavrica Brdo disparan impunemente contra los vehículos que por ahí transitan.'Cascos azules' en el Igman

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Desde ayer, 60 artilleros franceses equipados con seis morteros de 120 milímetros se hallan en la cumbre de Igman. Fueron transportados en helicóptero desde un buque francés situado en el Adriático. No son parte de la Fuerza de Intervención Rápida. Están adscritos al mando de Un profor en Sarajevo. Llevarán, pues, el casco azul. El caso es que el envío a Igman de estos seis potentes morteros no fue solicitado por el general Rupert Smith, máximo jefe de Unprofor en Bosnia-Herzegovina, quien se topó con la decisión tomada del Gobierno francés.

Radovan Karadzic dijo ayer haber recibido señales de los países occidentales de que no habrá más ataques de la OTAN, su condición esgrimida para liberar a los 145 rehenes restantes. La frase, destinada al consumo interno, podría ser el preludio de una nueva liberación de soldados de Unprofor.Mientras, la Administración norteamericana transmitió ayer al primer ministro de Bosnia, Haris Silajdzic, que no está dispuesta a levantar el embargo de armas al Gobierno bosnio. "Salimos de la Casa Blanca sabiendo que su posición no cambiará en el futuro cercano, y eso es lo que lamentamos", declaró Silajdzic tras una reunión con el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, informa Antonio Caño. Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, recomendó al Consejo de Seguridad que apruebe la iniciativa franco-británica de crear una Fuerza de Intervención Rápida y que autorice el incremento de los cascos azules con 12.500 soldados adicionales.

La Cruz Roja logró ayer ver y entrevistar a solas a un número no determinado de rehenes por primera vez desde que comenzó la crisis hace 15 días. La portavoz de la Cruz Roja declinó dar datos concretos para no moles tar a los serbios y entorpecer así su misión, pero dijo que los hombres de la ONU se hallaban bien de salud y con la moral alta.

En Croacia, dos aviones de los serbios rebeldes de la Krajina metrallaron ayer posiciones artilleras recientemente conquistadas por las fuerzas croatas de Bosnia y el ejército croata en el macizo de Dinara, en el sur de Croacia, informa Reuter. Desde comienzos de semana, y pese a las peticiones de la ONU para que detengan sus ataques, la artillería croata está bombardeando localidades próximas a Knin, la capital de los separatistas serbios, y la principal carretera que abastece a los serbios de Croacia desde los territorios que controlan sus correligionarios de Bosnia.

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