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Dole abandona la campaña republicana y deja vía libre al vicepresidente Bush

El senador Robert Dole anunció anoche su abandono de la contienda republicana hacia la Casa Blanca con la petición de que el partido unifique su apoyo en el vicepresidente Bush. "Felicito a George Bush y le deseo lo mejor en noviembre porque ya he dicho muchas veces que lo importante es mantener la Casa Blanca republicana", dijo Dole.Esta retirada deja solos a Bush y al predicador Pat Robertson en la campaña para la nominación del candidato del Partido Republicano en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Bush, que hasta el momento se perfilaba como el favorito, seguido muy de lejos por el senador de Kansas y en un tercer puesto, casi insignificante, el predicador, se decanta como el contrincante a quien se enfrentará el aún incierto candidato demócrata en la carrera hacia la Casa Blanca.

Dole, líder de la minoría republicana del Senado, seguirá ocupando este cargo, tras una dura campaña en la que trató de presentarse como un líder efectivo con una amplia experiencia legislativa frente a la falta de liderazgo de Bush, a quién acusó de no haber ejercido nunca la autoridad y ser sólo una sombra del presidente Ronald Reagan.

Frenara Jackson

Por otra parte, Michael Dukakis trató de frenar ayer, en las elecciones primarias demócratas del Estado de Connecticut, a Jesse Jackson, quien con su aplastante e histórica victoria en Michigan se ha situado al frente de la carrera de los demócratas hacia la Casa Blanca. El reverendo de raza negra tiene más votos populares y un delegado más que Dukakis y proyecta una imagen de fuerza y convicción en sus ideas de la que carece el gobernador de Massachusetts, informa Francisco G. Basterra.

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Dukakis, que aún no ha sido capaz de ganar en ninguno de los grandes Estados industriales del norte, era el favorito ayer en Connecticut, beneficiándose de que este pequeño Estado de la costa atlántica es fronterizo de Massachusetts. Pero la opinión pública y los líderes del Partido Demócrata piden a Dukakis una victoria convincente y no una simple mayoría de votos.

Se considera imposible que Jackson repita en Connecticut -tres millones de habitantes, de los que sólo un 7% es de color y un 3% hispano- el resultado de Michigan, donde tuvo el 55% de los votos frente a un 28% de Dukakis. Pero el impulso nacional que le ha dado el resultado de Michigan puede conceder a Jackson un segundo puesto, a corta distancia del ganador.

La semana que viene se votará en Wisconsin, y el 19 de abril, en Nueva York (255 delegados). El reverendo Jackson está muy bien colocado en ambos Estados. Un traspié de Dukakis en Nueva York representaría el final de sus aspiraciones presidenciales.

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