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La simbólica victoria de Kennedy en Pensilvania le permite seguir en la carrera hacia la Casa Blanca

Por un escaso margen de unos 7.000 votos, entre más de millón y medio de electores, el senador demócrata Edward Kennedy ganó al actual presidente norteamericano, Jimmy Carter, en las elecciones primarias celebradas el pasado martes en el Estado de Pensilvania. Kennedy también venció en las elecciones para compromisarios (Caucus) en el Estado de Vermont.La victoria de Kennedy tiene capital importancia psicológica para sus seguidores y le garantiza una permanencia en la carrera hacia el nombramiento del candidato oficial de su partido, que tendrá lugar durante la convención nacional demócrata, el día 14 de agosto, en la ciudad de Nueva York.

A pesar de su escasa derrota en el Estado industrial de Pensilvania, Carter continúa casi doblando a Kennedy en número de delegados (1.115 contra 596) para la convención nacional.

Entre los republicanos, la sorpresa fue la victoria de George Bush, ex director de la CIA, quien superó por un confortable margen (53% contra 46%) al ex gobernador de California Ronald Reagan, personalidad que sigue contando con grandes posibilidades de ser el candidato oficial republicano a la Casa Blanca en la elección presidencial del día 4 de noviembre. Una vez más, los sondeos se equivocaron rotundamente, ya que poco antes de la consulta electoral apuntaban hacia una importante victoria de Reagan, que teóricamente debía alcanzar más del 70%.

John Anderson, el republicano de ideas muy liberales, no participó como candidato en la elección primaria de Pensilvania. Anderson anunciará oficialmente hoy, en Washington, su candidatura como «independiente», renunciando a la batalla para el nombramiento del candidato republicano en la convención nacional de dicho partido, el día 17 de julio, en Detroit.

«Kennedy ganó por escaso margen en Pensilvania, pero el presidente se lleva la mayoría de delegados elegidos ayer», dijo Jody Powell, portavoz de la Casa Blanca, comentando los resultados y señalando que Carter ganó en las elecciones para compromisarios (Caucus) en el Estado de Misuri, sumando para su cuenta sesenta de los 77 delegados.

El deterioro de la coyuntura económica norteamericana (cuyo índice de precios del pasado mes de marzo subió el 1,4%, manteniendo una proyección de inflación anual superior al 18%) es un hecho que favorece a Kennedy.

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Los centros industriales de Pittsburgh, Harrisburg y, sobre todo, Filadelfia, votaron, en su mayoría, por Kennedy. Sin embargo, los comentaristas destacan que casi 100.000 electores demócratas se pronunciaron por delegados «no comprometidos» con ninguno de los dos candidatos demócratas. Significativo, también, que el actual gobernador de California, Edmond Jerry Brown, consiguió el 2% de votos, a pesar de haberse retirado oficialmente de la campaña. Brown, único ex candidato que defendió una estrategia antinuclear, recogió el voto de los militantes antinucleares del Estado de Pensilvania, sede de la central nuclear de Three Mile Island.

Quedan todavía veintisiete consultas electorales, primarias o para compromisarios, antes de cerrar las urnas que eligen los delegados para las convenciones nacionales. No obstante, sólo las de los Estados de Michigan, el próximo sábado, Tejas, el 3 de mayo y, sobre todo, las de California, Nueva Jersey y Ohio, que el 3 de junio nombran prácticamente 1/3 de los delegados, pueden influir en una corriente que da como virtuales condidatos a la Casa Blanca a su actual huésped, el presidente Jimmy Carter, y al republicano Ronald Reagan.

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