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Bush elige a Quayle como su candidato a vicepresidente

Francisco G. Basterra

El aspirante republicano a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre próximo, George Bush, designó ayer al senador por Indiana Dan Quayle, de 41 años, como su candidato a la vicepresidencia de EE UU. El anuncio fue hecho durante la convención republicana que se celebra en Nueva Orleans, después de que los delegados aprobaron un programa ultraconservador que compromete a Bush, si llega a la presidencia, a mantener la llamada dóctrina Reagan de contención activa del comunismo en Centroamérica y otras partes del mundo, con el apoyo económico y militar a los denominados "guerrilleros de la libertad".

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La plataforma republicana, reflejo del dominio que ejercen los sectores más conservadores del partido, defiende la acción unilateral de Estados Unidos en el mundo como gendarme global. "No podemos abdicar de nuestras responsabilidades o descansa r en la ONU para que defienda nuestros intereses mundiales. Ninguna otra nación puede asumir este papel", reza, el texto.El anticomunismo más visceral -se califican de "retóricas" las reformas del líder soviético, Mijail Gorbachov, y se pide que no se ayude económicamente a la URSS y se condiciomen políticamente los créditos- preside el programa con el que Bush se sitúa -aunque sea tácticamente para obtener el favor de los ultras- casi a la derecha del actual presidente. Pero el partido responde a esta retórica.

Ronald Reagan, en su emotivo y nostálgico discurso de despedida a los republicanos en la madrugada del martes, obtuvo la mayor ovación cuando afirmó: "En los 2.765 días de nuestra Administración ni un centímetro de territorio ha caído en manos del comunismo". "La liberación de la isla de Granada de los comunistas" y el "firme ataque asestado al terrorismo libio" también fueron los pasajes mejor recibidos del discurso con el que el presidente mas popular de este siglo junto con Franklin D. Rooselvet, inició su desaparición de la vida política que ha dominado por completo en los últimos ocho años. Reagan pidió a sus fieles que no dejen que Dukakis acabe con todos sus logros. "La Casa Blanca no es un sitio", advirtió, "para aprender sobre la marcha un curso sobre: Gorbachov".

Paz a través de la fuerza

Está claro que para estos republicanos y para Bush la guerra fría aún no ha acabado. La paz a través de la fuerza -dice el programa- debe continuar siendo la filosofía que dirija la política exterior de Washington. "La capacidad militar soviética sigue siendo peligrosa para nosotros. Y debe estar claro para todos, excepto para los líderes del Partido Demócrata, que no hemos su perado la era de las amenazas a la seguridad de EE UU", añade.Bush, que hereda ahora el liderazgo de un partido sembrado de dudas sobre su capacidad de suceder a Reagan, ole rentabilizar apoyo o heredar su popularidad, llegó a Nueva Orleans con malas noticias económicas. Las cifras del déficit coinercial anunciado ayer en Washington reflejan un dramático empeoramiento de una tendencia que se creía hacla la mejoría: 12.500 millones de dólares de números rojos en junio, casi 2.000 millones más que en mayo.

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Esto se une a la reciente subida de los tipios de interés y al fuerte aumento de la producción industrial, que presagia más inflación, amenazando electoralmente a Bush, que basa su campaña a la Casa Blanca en la conquista de la inflación y en mantener el dinero barato para los consumidores.

El programa republicano compromete a "un rápido y seguro despliegue" de la Iniciativa de Defensa Estratágica (SDI), conocido como guerra de las galaxias. "Ésta es la inversión más significativa que podemos hacer en la seguridad futura de nuestra nación". Bush, personalmente, nunca ha ido tan lejos.

La plataforma califica a Nicaragua de "Estado cliente de la URSS, como Cuba, que exporta la revolución y la subversión armada, amenazando las fráliles democracias de la región." Esta promete que los republicanos con Bush -Dukakis ofrece aquí cierta esperanza de un cambio de política- "continuarán oponiéndose a cualquier normalización de relaciones con el Gobierno de Fidel Castro y apoyarán resueltamente el establecimiento de un Gobierno auténticamemte representativo, elegido directamente por el pueblo cubano".

Hay en la plataforma un compromiso de seguir en Europa y un firme apoyo a la OTAN, "que continúa siendo para EE UU la alianza más importante política y militarmente". Pero se advierte que Washington "no tolerará" el proteccionismo comercial europeo a los productos norteamericanos y se pide a los aliados, incluido Japón, que paguen más por la defensa común.

Reagan dio el espaldarazo a Bush afirmando que tiene lo que hay que tener para ser presidente y que ha sido una fuerza esencial en su Administración.

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