Bachelet afronta una de las peores huelgas de su gobierno

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, está viviendo uno de los periodos más difíciles de su gobierno. Menos de un mes después de que la derecha chilena se anotara su primer triunfo en las urnas desde el regreso a la democracia en las elecciones de alcaldes, ahora la mandataria afronta una huelga nacional de alrededor de 500.000 funcionarios públicos que piden un reajuste salarial del 14,5%.

La huelga, que comenzó ayer, ya ha generado bastantes inconvenientes a la población. Así, por ejemplo, han existido serias deficiencias en las atenciones hospitalarias, las clases se han suspendido en escuelas estatales y la gente no ha podido realizar sus trámites en el Registro Civil. Hoy también se han registrado problemas en los pasos fronterizos. Según las organizaciones que llevan a cabo la huelga, ésta fue acatada ayer por un 95% de los funcionarios.

Así, el hecho viene a alterar la tranquilidad de uno de los países más estables económica y políticamente de Suramérica, poco habituado a paralizaciones de esta magnitud. Según un informe del Banco Mundial, Chile es el país con el mayor PIB per cápita de América Latina (US$ 12.277 anuales, a fines de 2007), mientras que el último informe de Transparencia Internacional lo ubicó como el país menos corrupto de la región.

En el marco del segundo día de la huelga indefinida y sin llegar a un acuerdo con los dirigentes de los funcionarios, el gobierno ha enviado hoy al Parlamento un proyecto de ley que incrementa en un 10 % de las remuneraciones de los trabajadores estatales que reciben salarios inferiores a los 882 euros mensuales (un 61% del total) y de un 8,5% para quienes ganan hasta 1.715 euros al mes (un 30%), en tanto que deja sin aumento de sueldos a quienes tienen mayores ingresos, como la presidenta, sus ministros, senadores, diputados y jueces del Tribunal Supremo.

El proyecto enviado al Parlamento tendrá discusión inmediata, con un plazo de tres días para su rechazo o aprobación. El ministro de Hacienda, Andrés Velasco dijo que el Gobierno espera que la iniciativa sea aceptada por los dirigentes de los funcionarios, pues la paralización de actividades mantiene a los ciudadanos como "rehenes de una demanda salarial".

Por su parte, el ministro portavoz de La Moneda, Francisco Vidal, hizo un llamamiento a los dirigentes para que pongan fin a la huelga y para que valoren el esfuerzo del Gobierno para entregar un aumento con miras a un año difícil por la crisis financiera internacional.