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Reportaje:

Beberse hasta la colonia

Casi la mitad de las muertes de hombres rusos de entre 25 y 54 años se debe a la ingesta de alcohol, sobre todo de líquidos de droguería

Que el alcoholismo causa estragos en la población rusa es algo de sobra conocido, pero incluso así parecen increíbles los resultados que obtuvo un grupo internacional de médicos. Casi la mitad de las muertes de hombres entre los 25 y 54 años se debe a la bebida, principalmente de líquidos que contienen alcohol pero que no son fabricados para que la gente los tome, como colonias, limpiavidrios antisépticos o tinturas. Eso es lo que se desprende del estudio realizado en Izhevsk, ciudad de la región de los Urales, sobre 1.750 hombres que murieron entre 2003 y 2005 y el mismo número de personas que todavía están vivas. El estudio apareció ayer en la revista médica The Lancet.

El que los rusos beban ingentes cantidades de líquidos no destinados a ser ingeridos tiene una sencilla explicación: esos productos pueden llegar a ser seis veces más baratos que el alcohol fabricado para ser bebido, explican los científicos, que estuvieron encabezados por David Leon, de la Escuela Londinense de Higiene y Salud Tropical.

Izhevsk es una típica ciudad industrial rusa donde el índice de muertes coincide con el promedio del país. De ahí que los resultados de la investigación puedan extrapolarse a toda Rusia. El exceso en las bebidas alcohólicas -vodka, cerveza, vino y otros líquidos no producidos para el consumo interno- es culpable del 43% de las muertes, según el estudio.

Precisamente el alcoholismo es el principal culpable del bajo promedio de vida de los rusos, que en 2005 era de 58,6 años para los hombres y de 73 para las mujeres. Y también de que la población rusa disminuya cada año en unas 700.000 personas.

El alcohol siempre ha sido un factor importante en las muertes y enfermedades de los rusos. El pueblo ruso es el que más alcohol consume en el mundo: según un estudio realizado el año pasado, a los rusos mayores de 15 años les corresponden 15,2 litros de alcohol per cápita.

La criticada campaña antialcohólica que se realizó en la Unión Soviética en la segunda mitad de los años ochenta bajo el Gobierno de Mijaíl Gorbachov produjo efectos positivos que condujeron a un alza en la esperanza de vida al nacer, que cayó nuevamente cuando se puso fin a las restricciones de producción, venta y consumo introducidas entonces. Cuando se desintegró la URSS, en 1991, a cada ruso le correspondían 5,6 litros de alcohol, lo que significa que el consumo se ha disparado a más del doble.

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Índice oficial y cifra real

Oficialmente, en Rusia hay cerca de 2,35 millones de alcohólicos registrados, pero la cifra real es mayor. La bebida es la culpable del 75% de los asesinatos cometidos en Rusia y del 42% de los suicidios. En total, unos 200.000 rusos de entre 18 y 60 años mueren al año directa o indirectamente por causa del alcohol. Los expertos sostienen que si en los países europeos y EE UU la cifra real de alcóholicos es entre un 20% y un 50% mayor a la de registrados oficialmente, en Rusia este índice se estima en un 90%; es decir, que más del 3% de la población sufre de este mal.

El Kremlin es consciente de los estragos que causa la bebida en el pueblo ruso, pero tanto el Gobierno como las instituciones que luchan contra este mal están perdiendo la batalla. El alcoholismo, lejos de disminuir, se extiende: entre 2002 y 2005 aumentó el 30%. Y el más grave problema actual es que el alcoholismo está abarcando cada vez más mujeres y menores. Las medidas para frenar la expansión del alcoholismo no han dado resultados; de ahí que de tiempo en tiempo aparezcan voces que abogan por la reintroducción del monopolio estatal sobre el alcohol.

Dos hombres beben alcohol en el centro de Moscú.
Dos hombres beben alcohol en el centro de Moscú.AP

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