Berlín no enviará tropas a Libia

El mundo al revés en el Bundestag. El Gobierno de centro-derecha defendía ayer posiciones antibelicistas y recogía los elogios del partido La Izquierda (excomunistas). El ministro de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, confirmó ante la Cámara que no habrá soldados alemanes "en ninguna intervención militar" sobre suelo libio. Alemania se había abstenido la víspera en la votación de la resolución del Consejo de Seguridad que impuso la zona de exclusión aérea en Libia y abrió las puertas a acciones militares. Westerwelle volvió a hablar de "guerra", después de haber mostrado su "comprensión" por los "motivos honorables" que llevaron a otros países a tomar la decisión contraria.

Alemania está dispuesta a asumir en Afganistán tareas de otros aliados

En las filas socialdemócratas las posiciones no eran tan claras. Así, la exministra de Cooperación Heidemarie Wieczorek-Zeul tachó de "vergüenza" la abstención de la madrugada de ayer y acusó al Gobierno de "cobardía frente a un asesino". Sus jefes en el partido Sigmar Gabriel y Frank Walter Steinmeier apoyan al Gobierno. Los parlamentarios verdes, en cambio, han apoyado expresamente la resolución de Naciones Unidas.

La canciller Angela Merkel explicó ayer que Alemania está dispuesta a asumir tareas de sus aliados en Afganistán para facilitarles las operaciones militares en Libia. El Gobierno aseguró que abstenerse en el Consejo de Seguridad "no fue una decisión fácil". Alemania "apoya y celebra el endurecimiento de las sanciones internacionales al régimen de Gadafi". No obstante, Exteriores destaca su "extremo escepticismo" respecto a la "intervención militar" contemplada en la resolución.

El miedo a verse implicados en otro Afganistán lleva a los partidos del Gobierno a mantener todas las precauciones respecto a Libia. La idea de una nueva misión militar terrestre preocupa a los líderes de todas las fracciones.

El ministro Westerwelle está haciendo una virtud de esta falta de disposición, así como de las dificultades logísticas de las Fuerzas Armadas alemanas para embarcarse en una iniciativa semejante.

La Bundeswehr está cerca del límite de sus capacidades de actuación en el exterior con su misión en Afganistán. Con su abstención, el ministro ha demostrado que es capaz de plantarse ante sus socios y fortalece con ello su presencia en el panorama político nacional e internacional.