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Blackwater pagó sobornos para ocultar la muerte de civiles en Irak

La empresa de seguridad estadounidense Blackwater aprobó el pago de un millón de dólares (665.000 euros) a una serie de funcionarios iraquíes para evitar represalias por el asesinato de 17 civiles en un tiroteo ocurrido en Bagdad en 2007, que causó la expulsión de la empresa del país y la rescisión de sus contratos con el Departamento de Estado.

Según reveló ayer el diario The New York Times, citando a cuatro ex ejecutivos anónimos de Blackwater, el que era presidente de la empresa, Gary Jackson, aprobó los pagos en diciembre de 2007, a través de su delegación en Jordania. El dinero se habría transferido de forma secreta, pues cualquier pago de ese tipo se consideraría soborno y constituiría un delito según la ley estadounidense de Prácticas Corruptas en el Extranjero, de 1977. Los ejecutivos no revelaron al diario quiénes eran los receptores de ese dinero ni si el pago se llegó a consumar.

En septiembre de 2007, un grupo de mercenarios de Blackwater causó una masacre al tirotear a un grupo de civiles en la plaza de Nisur, en Bagdad, mientras protegía un convoy del Departamento de Estado. El año que viene se juzgará a cinco de ellos, a los que se acusa de homicidio. Un sexto guarda se declaró culpable y delató a sus compañeros, dando información detallada sobre el suceso al FBI.

El incidente provocó investigaciones en diversas instancias, desde el Gobierno iraquí al Congreso estadounidense y la ONU. Días después, el presidente iraquí, Nuri al Maliki, ordenó a su Gobierno que paralizara cualquier actividad de Blackwater en el país. En enero de este mismo año se le denegó una licencia a la empresa, que ha cambiado su nombre por el de Xe Services.

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