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Blair es acusado de "ceder al chantaje" del Gobierno saudí

El primer ministro detuvo las investigaciones por corrupción en la venta de cazas a Riad

El primer ministro británico, Tony Blair, fue acusado ayer de "ceder al chantaje del Gobierno saudí" al paralizar la investigación de posibles cohechos en la venta de aviones de guerra a Riad por la firma británica BAE Systems. Blair justificó ayer esa decisión en el hecho de que "nuestra relación con Arabia Saudí es de importancia vital para nuestro país en términos de contra-terrorismo, de forma general en Oriente Próximo y para ayudar en el conflicto entre Israel y Palestina".

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La decisión del Gobierno británico de "anteponer el interés general al peso de la ley", como la definió la víspera el fiscal general del Reino, lord Goldsmith, ha provocado una enorme división en el Reino Unido. Mientras la oposición conservadora y los medios más a la derecha la apoyan y se limitan a criticar al Gobierno por no haber intervenido antes, los liberales-demócratas y los medios más a la izquierda se han llevado las manos a la cabeza.

La decisión es llamativa porque hace apenas cinco años Londres aprobó una ley creada para castigar a los empresarios británicos que pagan sobornos en el extranjero para ganar grandes contratos. Es exactamente lo que se cree que ha hecho BAE Systems en Arabia Saudí, pero ya no podrá demostrarse.

Quizás la posición más significativa sea la tomada por Financial Times, un diario centrista y bastante próximo al primer ministro. Eso no le impidió elegir la renuncia a investigar los supuestos cohechos de BAE Systems a altos mandatarios saudíes como la principal noticia de un día especialmente cargado informativamente. Tan cargado que muchos medios, incluido el FT, se preguntan si no ha habido un intento deliberado del Gobierno por hacer pasar inadvertida esa decisión.

En un durísimo editorial, Financial Times afirma que "ceder ante la presión saudí es equivalente a lanzar una invitación generalizada al chantaje", vaticina que "los sermones británicos sobre transparencia y buen gobierno, al igual que las convenciones contra los cohechos, van a saltar por los aires entre carcajadas generales" y se pregunta si es realmente del interés del Reino Unido y Occidente ayudar a una "monarquía absolutista" como la saudí a gastar en armamento tres veces más que la media de los países en desarrollo.

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"Seguramente no es eso lo que tenía en la cabeza lord Goldsmith cuando ayer hablaba con grandilocuencia acerca de 'nuestros objetivos prioritarios de política exterior en Oriente Próximo", ironiza el diario.

En sus páginas de información, el diario recuerda que las relaciones diplomáticas y contraterroristas benefician a ambos países por igual, duda de que la necesidad de salvaguardar esas relaciones haya sido el factor decisivo a la hora de parar las investigaciones y apunta a que ha pesado más el factor económico: la posibilidad de perder un contrato multimillonario para vender a Arabia Saudí 72 unidades del avión europeo de combate, el Eurofighter Typhoon, si no se paraba el caso.

El liberal-demócrata lord Goodhart opina que "lo que ha ocurrido aquí es que hemos sido arrastrados a esta decisión por lo que en realidad es un chantaje del Gobierno de Arabia Saudí". En declaraciones a BBC Radio 4, lord Goodhart puso el acento en que la decisión de no seguir investigando no la ha tomado la Oficina para Grandes Fraudes (SFO), que llevaba dos años y medio estudiando el caso, sino que "ha sido una decisión que ha venido de arriba".

Tony Blair no lo ha negado.

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