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Boeing aplaza el primer vuelo del nuevo 787 ante la necesidad de 'reforzar' una sección del avión

Las previsiones financieras de la compañía se actualizarán para reflejar cualquier impacto de este retraso

El nuevo niño bonito de la aviación deberá esperar para emprender vuelo. Boeing se ha visto obligado a aplazar el primer vuelo del nuevo modelo 787 Dreamliner después de que en las comprobaciones periódicas se constatara la necesidad de reforzar un área en la sección que une el fuselaje con las alas del avión. Las 802 peticiones que ha recibido hasta la fecha Boeing convierten al Dreamliner en el modelo más exitoso de la compañía.

"Esta necesidad se identificó recientemente al realizar comprobaciones periódicas en el avión utilizado para pruebas estáticas", ha explicado el constructor aeronáutico estadounidense, que puntualizó que las previsiones financieras de la compañía se actualizarán para reflejar cualquier impacto de estos cambios cuando la empresa haga públicos en julio los resultados del segundo trimestre del año.

Boeing ha señalado en un comunicado que los análisis preliminares habían indicado que el primer vuelo podría llevarse a cabo este mes, "tal y como estaba previsto". No obstante, teniendo en cuenta que según pruebas posteriores el plan de pruebas de vuelo podría verse modificado, la compañía "tomó la decisión de aplazar el primer vuelo hasta que se pueda realizar un plan de pruebas de vuelo productivo".

El constructor puntualizó que reprogramará el primer vuelo y la primera entrega tras determinar el cambio necesario y el plan de pruebas, de tal manera que el nuevo calendario estará disponible "en unas semanas". El equipo del 787 continuará probando otros aspectos del avión número 1, incluidas las pruebas en la cadena de ensamblaje y las pruebas de rodadura a baja velocidad. Se seguirá trabajando en los otros cinco aviones de prueba y en los siguientes aviones en el sistema de producción.

El presidente y consejero delegado de Boeing Commercial Airplanes, Scott Carson, ha asegurado que un equipo de expertos ya ha identificado una serie de posibles soluciones. "Inicialmente se consideró una solución provisional que permitía volar según el calendario, pero al final llegamos a la conclusión de que lo mejor era desarrollar, diseñar, probar e incorporar una modificación definitiva en la zona que precisa el refuerzo. Este tipo de modificaciones estructurales no son infrecuentes durante el desarrollo de nuevos aviones. No se trata de un tema relacionado con la elección de materiales, ni con el trabajo de ensamblaje e instalación de nuestro equipo", aseguró Carson.

AFP
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