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Brasil y España cooperarán en la recuperación de la memoria histórica

La justicia brasileña plantea un proceso de reconciliación basado en la verdad

Brasil, en pleno proceso de hacer luz sobre los años de plomo de su dictadura militar, suscribió ayer un convenio con España para intercambiar "estudios, prácticas y experiencias" en la recuperación de la memoria histórica y social. El convenio fue firmado por los ministros de Justicia de Brasil, Tarso Genro, y de España, Francisco Caamaño.

El ministro brasileño de Justicia señaló que la comisión Memorial de la Amnistía Política en Brasil tiene hoy en proceso más de 60.000 expedientes, y otros tanto miles tramitados, para resarcir a las víctimas de la dictadura militar. "La reparación no es sólo para las personas que tuvieron un papel destacado en la lucha contra la dictadura, sino también para los militantes anónimos, la gente sencilla que sufrió la dictadura", añadió.

Las Fuerzas Armadas brasileñas instalaron en 1964 una junta militar que se mantuvo en el poder durante más de veinte años, de forma directa o como garantes del proceso político. "El trabajo que estamos haciendo en la comisión de amnistía, que depende del Ministerio de Justicia, tiene como objetivo la reconciliación, pero un proceso de reconciliación basado en la verdad, basado en la presentación a la sociedad brasileña de los hechos históricos". La finalidad de este proceso es exponer una visión racional del proceso político, con sus contradicciones, para reforzar el proyecto de cohesión política y social del país que defiende el presidente Lula da Silva.

Tarso Genro , en declaraciones a EL PAÍS, diferenció la construcción de la memoria sobre la dictadura con los procesos parecidos que se han llevado a cabo en Argentina y Chile. Aunque considera que ninguna dictadura puede ser justificada y que la tortura y muerte de un grupo o de un solo ser humano es un crimen contra la humanidad, las dictaduras argentina o chilena fueron mucho más violentas que la brasileña en una escala cuantitativa.

El ministro de Justicia, de 61 años, que fue alcalde de Porto Alegre, presidente del Partido de los Trabajadores y militante marxista en su juventud, admitió que las transiciones políticas en América Latina también fueron hechas sobre un compromiso entre distintas partes para la construcción de una sociedad democrática. Ello no impedirá, señaló, que se haga luz y se conozcan detalles de las acciones como, por ejemplo, de la Operación Bandeirantes, un organismo clandestino de represión que actuaba sobre todo en São Paulo. "No estamos buscando una responsabilidad de las instituciones, por ejemplo de las Fuerzas Armadas, estamos buscando exponer públicamente lo que sucedió, buscando incluso la devolución de los cuerpos desaparecidos". Genro consideró que son situaciones difíciles, incluso traumáticas, pero es "necesario conocer la historia".

Preguntado sobre si ello implica desvelar nombres de uniformados en activo, el ministro señaló que la generación de verdugos de la dictadura ya no están en los aparatos del Estado, "Son personas que tienen hoy 75 u 80 años. No se trata tampoco de revelar nombres, sino revelar la historia real de lo que fueron los mecanismos de la dictadura".

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El ministro español de Justicia, Francisco Caamaño, (izquierda) y su homólogo brasileño, Tarso Genro.
El ministro español de Justicia, Francisco Caamaño, (izquierda) y su homólogo brasileño, Tarso Genro.EFE

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