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Brasil arremete contra el FMI por sus advertencias

Dilma Rousseff sostiene que el PIB subirá entre un 1,5% y un 2% este año

Dilma Rousseff, ministra brasileña de la Presidencia fue muy dura ayer contra la afirmación del Fondo Monetario Internacional (FMI) de que el crecimiento de Brasil disminuirá un 1,3% en su producto interior bruto (PIB) durante el presente año. En su vehemente réplica a las previsiones del FMI, la ministra, que es la candidata de Lula para las elecciones presidenciales del año próximo, se atrevió a afirmar que el PIB brasileño crecerá en 2009 entre un 1,5% y un 2%.

Rousseff afirmó en Porto Alegre que el FMI no tiene ninguna información más sobre Brasil de la que tenía en 2002, ni está informado sobre las políticas económicas que el país está llevando a cabo. La ministra, que se define a sí misma como "una mujer dura entre hombres tiernos", llegó a decir que no ve razón alguna "para tener un respeto religioso por cualquier juicio de cualquier institución en detrimento de las ponderaciones del Gobierno", refiriéndose al Fondo Monetario Internacional.

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Según Dilma, el Gobierno tiene más información de cómo van las cosas en Brasil que el FMI, y por eso ella prefiere creer, dijo, al ministro de Economía, Guido Mántega, que ha previsto un 2% de crecimiento del PIB para 2009. Ayer mismo defendió la solidez del sistema bancario del país. "Es evidente que la visión de ellos tiene que ser diferente de la nuestra, porque ellos no conocen a fondo lo que nosotros estamos haciendo aquí", enfatizó.

La ministra pronunció su catilinaria contra el FMI con voz fuerte y segura. "De lo que está seguro el Gobierno es de que está tomando todas las medidas posibles para impedir que la crisis sea mayor de lo que se debe", aseguró Rousseff. Recordó que para crecer un 2% y tener la certeza de llegar al 2010 habiendo atravesado los peores momentos, el Gobierno de Lula ha transferido 100.000 millones de reales (unos 45.808 millones de dólares) para el Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDES) para préstamos al sector productivo; ha incentivado a Petrobras a invertir 60 millones de dólares entre 2009 y 2010 y se comprometió a hacerse cargo de las inversiones en caso de que la empresa no consiguiera crédito externo, como así ha sido.

La ministra de la Presidencia afirmó también que el Gobierno está llevando a cabo una política agresiva de precios mínimos en las áreas de agricultura.

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La ministra no ha hecho, en realidad, más que seguir la línea de Lula, que los últimos días también ha criticado duramente también al FMI. Lula suele decir que el Fondo, al igual que el Banco Mundial, querían dar lecciones a Brasil sobre lo que debían hacer, y después se ha visto que Brasil estaba en el buen camino, mientras que los equivocados eran los países desarrollados que han influido negativa e injustamente en el proceso de crecimiento que el país estaba llevando a cabo.

La ministra brasileña, Dilma Rousseff, junto al presidente Lula, en un acto en Brasilia.
La ministra brasileña, Dilma Rousseff, junto al presidente Lula, en un acto en Brasilia.AP

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