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Entrevista:TARSO GENRO | Ministro de Justicia de Brasil

"Brasil tiene que reencontrarse con su pasado"

La revisión de las heridas que dejó la dictadura militar en Brasil (1964-1985) es "una cuestión pendiente" para el país suramericano. "Brasil tiene que reencontrarse con su pasado", afirma el ministro de Justicia brasileño, Tarso Genro (1947), al referirse al Programa Nacional de Derechos Humanos, la iniciativa propuesta por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva que contempla la posibilidad de revisar la ley de amnistía de 1979 para poder enjuiciar a los torturadores del tiempo de la dictadura, tanto militares como civiles. "Antes de acusar, tenemos que definir cómo funcionó la represión. Quién mató, quién torturó y por qué lo hizo", asegura Genro.

La propuesta ha levantado polémica en Brasil y provocó la amenaza de dimisión del ministro de Defensa, Nelson Jobim, además de que contrasta con el programa de izquierda moderada que el presidente brasileño había efectuado hasta ahora en su Administración. "En Brasil operaron aparatos paramilitares organizados al margen del Estado, en los que operaban militares pero también civiles", describe.

"La revisión de la historia no es una ofensa ni una caza de brujas"

Sobre la creación de una Comisión de la Verdad, un punto en el que tras la amenaza de dimisión de Jobim, Lula se ha comprometido a matizar, Genro opina que "no es una ofensa contra la sociedad brasileña ni una caza de brujas", como han acusado algunos sectores políticos del país suramericano, sino una "investigación sobre los crímenes que se cometieron en ese periodo". Genro rechaza que la comisión se hará cargo de efectuar "acusaciones masivas" como las que han realizado países como Argentina, Uruguay o Chile, que comparten un pasado similar. Y éste, subraya, es "un paso fundamental para la consolidación de un Estado democrático".

El ministro de Justicia apunta que aclarar los crímenes de la dictadura, que según algunas ONG dejó unos 400 muertos y desaparecidos, es primordial para "cambiar radicalmente la política de seguridad pública en Brasil". La policía militar y civil del país suramericano ha sido acusada por Amnistía Internacional de efectuar tácticas represivas y en algunas regiones del país operan los escuadrones de la muerte, responsables de dar muerte a sospechosos de delitos sin ningún amparo judicial.

"El presidente Lula promueve la verdad, un reencuentro con los derechos humanos que fomente un reencuentro entre las capas sociales del país", afirma. Es decir, si el Gobierno brasileño revisa ese periodo es "para mirar al futuro y no al pasado", añade. La afirmación, de tono conciliador pero firme, es notable cuando viene de Genro, que como otros miembros del gabinete del presidente brasileño luchó contra la Junta militar que gobernó el país en esos años. El propio Lula, en su época de líder sindical, fue preso por el régimen y liberado tras 30 días de cárcel en 1980, y la ministra de la Casa Civil y aspirante presidencial, Dilma Rousseff, formaba parte de uno de los grupos guerrilleros que se opusieron a la dictadura.

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La iniciativa, matiza, no busca venganza y sí una reconciliación, que en opinión de Genro es imprescindible para alcanzar la reconciliación entre las clases sociales de Brasil, donde el 23% de sus 180 millones de habitantes viven en la pobreza. "Hay que consolidar la transición entre el sistema autoritario hacia una democracia, ésa es la prioridad".

Tarso Genro, el lunes en Madrid.
Tarso Genro, el lunes en Madrid.ÁLVARO GARCÍA

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