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Todo el partido, con Carter

En un clima de entusiasmo y unidad ausente desde hacía muchos años de las filas del Partido, comenzó anoche en Nueva York la Convención Nacional Demócrata. Hasta el miércoles por la noche no se anunciará oficialmente el nombre del candidato a la presidencia, y el jueves por la tarde se despejará la única incógnita real de la convención: quién será el compañero de Jimmy Carter en la papeleta electoral.Veinte mil personas abarrotaban el Madison Square Garden cuando el presidente del partido, Robert S. Strauss, declaró oficialmente abierta la convención. La segunda que se celebra en Nueva York en el presente siglo. La vez anterior fue en 1924 y los delegados tuvieron que realizar 103 votaciones antes de ponerse de acuerdo en la nominación de un candidato, John W. Davís. Esta vez, sin embargo, todo hace suponer que Jimmy Carter será elegido en la primera votación.

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Una solución razonable para un partido más unido

El Partido Demócrata aparece, efectivamente, unido tras la figura de Carter, un ex gobernador de Georgia que en poco más de seis meses ha pasado de casi un desconocido total a ser uno de los hombres más populares de la nación.

El entusiasmo de anoche contrasta con las ásperas disputas de la anterior Convención, en 1972, cuando, de mala gana, el partido eligió a George McGovern candidato a la presidencia. Contrasta también con los sangrientos sucesos de Chicago, en 1968, cuando el nominado fue Hubert Humplirey.

Una reunión bien preparada

La policía de Nueva York ha preparado concienzudamente desde hace nueve meses todas las medidas de protección necesarias para garantizar la seguridad de los 3.048 delegados, 1.986 sustitutos, y 1.000 observadores diplomáticos que entrarán y saldrán a diario del Madison Square Garden. Hasta la posibilidad de un ataque subterráneo ha sido prevista y se han cerrado los accesos del Metro cercanos al local.

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Mil quinientos policías, de uniforme y de paisano, vigilarán las calles adyacentes al Madison Square Garden. En el interior, la seguridad estará a cargo de una policía privada contratada por el Partido Demócrata y de los miembros del servicio secreto.

Se han habilitado en los alrededores del edificio, en las calles 31, 32 y 33, y en las 7ª y 8ª avenidas, unas áreas de protesta, donde los disconformes podrán manifestarse. Muchos han anunciado su intención de hacerlo durante los cuatro días de la Convención: manifestantes anti-aborto, veteranos de Vietnam, homosexuales, prostitutas, indios, women's lib.

Las estadísticas sobre la composición de los delegados demócratas señalan que un 34 por 100 son mujeres y un 10 por 100 negros. La media de edad es de 43 años y, en cuanto a ideología política, más de la mitad de los compromisarios se definen como liberales, un 31 por 100 como moderados, y un 13 por 100 como conservadores. La convención que eligió a McGovern en 1972 tenía superiores porcentajes de mujeres y de negros, una media de edad inferior y superaba también a la actual en el número de liberales y radicales.

Diez mil periodistas se han desplazado a Nueva York para cubrir la Convención Demócrata. Las cadenas de televisión transmitirán en directo el espectáculo, que culminará con el anuncio del nominado como candidato a la presidencia, con la tradicional fórmula The man who..., el miércoles por la noche -la madrugada del jueves en España- y con el nombramiento del candidato a vicepresidente, el jueves a media tarde. La Convención concluirá el jueves por la noche con el tradicional discurso de aceptación del candidato.

Anoche, tras las palabras de Strauss y Paterson, presidente y vicepresidente del partido, se procedió a la lectura de un informe de la tesorería demócrata, se proyectó una película e intervinieron el senador John Glenn, de Ohio, un ex astronauta que suena como candidato a la vicepresidencia, y la senadora de color Bárbara Jordan, representante de Texas.

Para hoy, martes, están previstas las intervenciones de los ex candidatos Hubert Humphrey y George McGovern, y la lectura de la plataforma política del Partido.

Conversaciones con los candidatos

Jimmy Carter que hizo una entrada triunfal en Nueva York el sábado, continuó sus conversaciones con posibles candidatos a la vicepresidencia. El domingo se entrevistó con el senador Jackson y con el representante Peter Rodino (el hombre que pidió el impeachment contra Nixon) y en las próximas horas lo hará con los senadores Church y Stevenson.

Aunque es difícil hacer pronósticos, en los círculos políticos cercanos al Partido, se comenta que el elegido estará entre los tres senadores que fueron llamados a la residencia de Carter en Plains, Georgia, es decir, entre Muskie, Mondale y Glenn. Muskie es un veterano, que ya fue candidato a la vicepresidencia con Humphrey, pero el hecho de que supere los sesenta años jugará en su contra. Mondale tiene prestigio como liberal, y Glenn, el primer norteamericano que orbitó la Tierra, goza de una gran popularidad y proviene del Estado de Ohio, uno de los que cuentan con más votos electorales.

La expectación en torno al candidato a la vicepresidencia no deja de ser curiosa si se tiene en cuenta que constitucionalmente el vicepresidente no tiene ninguna atribución especial. De hecho, el puesto ha estado vacante diecisiete veces, por un total de 37 años, y nadie lo echó de menos.

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